En la mañana, me levanté decidida.
Un mensaje de texto me sorprendió un poco."En la cafetería de ayer después del almuerzo, necesito verte.
-Al"Luego de almorzar, me alisté y salí a la cafetería en donde nos encontraríamos.
Él estaba sentado en la mesa para dos que había elegido, llevaba una chaqueta de cuero negra, sus típicos jeans azules y los infaltables anteojos de sol.
Estaba tratando de encender un cigarrillo, pero su encendedor le fallaba.
-Mierda-se le escuchó decir.
-¿Problemas con el encendedor?-saqué de mi bolso el mío y se lo dí.
-Viniste-dijo mientras volvía a prender el cigarrillo con mi encendedor.
Me senté.
-Tenia que hacerlo, ¿No?-respondí un poco sarcástica.
-Necesito de nuevo tu confianza, déjame hacer algo para que vuelvas a creerme.
Le dió una calada a su cigarrillo.
-Quieres volver a intentarlo, ¿No es así?
Saqué una cajita de cigarrillos de mi bolso y encendí el mío.
Alex no respondió con rapidez, se quedó pensando.
-¿Que tengo que hacer para que vuelvas a confiar en mí?-replicó.
Le dí una calada a mi cigarrillo.
-No tienes que hacer nada, sabes que perdiste mi confianza, si la quieres de vuelta tendrás que pensar las cosas dos veces antes de hacerlas-respondí firme.
-Estas siendo dura conmigo, nena-respondío en broma con un tono dramático mientras se llevaba las manos al pecho y ponía una cara de "lamento".
-Y aún en situaciones así te encanta bromear, Turner.-respondí con una pequeña risa.
-Admite que te saqué una sonrisa después de todo-dijo mientras guiñaba un ojo.
-Siempre obtienes lo que quieres Alex Turner, siempre te sales con la tuya-respondí mientras apagaba mi cigarrillo en el cenicero de cristal que estaba en medio de la mesa.
Sin responder a mi comentario, Alex agarró un menú y llamó a una camarera.
-Hey preciosa, ¿Podrías traernos dos cafés? Intento que la dama que está sentada aquí vuelva a confiar en mí luego de que yo la la haya cagado.
-No sé cómo lo haces, todo lo que hagas termina siendo encantador-comenté.
-¿Ves? Aún me quieres-le dió una calada a su cigarrillo.
-Tengo que quererte, eres el amigo de mi hermano y tendré que soportarte el resto de mi vida-dije mientras reía.
-Auch, eso sí que duele-respondío entre risas.
Ambos reímos.
-Seguramente ese tal Michael te ha dicho que tienes unos ojos hermosos, y lo son, pero apuesto que nunca te ha dicho que tu sonrisa es la cosa más increíble y maravillosa que sus ojos han presenciado.
Para serte sincero, tu sonrisa es en lo primero que me fijé cuando te ví con esos ojos, me vuelve loco.No sabía que decirle.
-Te extrañé tanto-solté.
-Tambié te extrañe, no sabes las veces que planeé este momento, se repetía una y otra vez en mi cabeza con distintas variaciones de lo que responderías a cada frase que te diría.
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A Certain Romance
Fanfiction«Las salidas nocturnas,los cigarrillos compartídos, los sweaters y camisas que te robaba, los discos que te prestaba y los besos desesperados en las noches de melancolía parecían que iban a durar para siempre. Hasta que tuviste que ir a cumplir tus...