Era víspera de Navidad.
La casa estaba fabulosa, Matt y yo nos encargamos de decorarla lo mejor posible.
Desde pequeños nos gustaba ese momento y éramos muy originales a la hora de hacerlo.
Alex iba a dar una fiesta en casa por la noche, estábamos invitados.
-Mary, ¿Hablaste con Alex aunque sea por teléfono? Desde esa noche que estuviste con él no se han comunicado.
-Matt, ya lo he dicho, tengo muchas cosas en la cabeza-respondí frustrada.
-Me parece mal que no quieras hablarle, quedó muy preocupado.
No respondí.
-Al menos dile algo está noche.
Matt subió las escaleras.
Tal vez tenía un poco de razón.
¿Estaba mal lo que yo estaba haciendo?
Alejarme de Alexander de la nada para aclarar mis ideas podría no ser lo mejor sabiendo que él es bastante sensible y dramático.
*********
Nos alistamos para la fiesta y salimos.
Antes de entrar a la casa, Matt me volvió a decir:
-Habla con él.
La puerta se abrió, un Alex con cerveza en mano y con unas orejitas de reno hechas de felpa que sobresalian de su despeinado cabello nos recibio.
-Bienvenidos-nos dijo mientras sonreía.
Matt entró como un rayo y se dirigió a buscar una bebida.
Alex apoyó su cerveza en una mesita que se encontraba delante del sofá.
-Necesito hablar contigo, subamos a mi habitación.
Cuando habrímos la puerta, una pareja estaba dentro en una situación comprometedora.
-Salganse de esta habitación por favor, que no es Motel-dijo con una voz más ronca de lo normal.
Algo dentro de mí se retorció al escuchar sus palabras.
No era el momento para ponerme así, Alex quería hablar seriamente conmigo.
Se sentó en el borde de la cama.
-¿Qué es lo que pasó esa noche?-dijo-¿Por qué te fuiste?
Tarde en responder.
Estaba parada delante de él.
Me observaba, confundido.
-Ultimamente tengo muchas cosas en mi cabeza, tengo nuevos sentimientos y no se qué hacer-respondí.
-Por él, ¿Verdad?
Estaba triste, cabisbajo.
Me acerqué y me senté junto a él.
-No lo sé, estoy tan confundida.
Apoyó su mano en mi muslo.
Otra vez volvió esa sensación.
-Te quiero y no quiero que estés confundida-dijo.
Lo besé con tal desesperación que estaba por cruzar la línea hacía el odio.
Me hacía sentir cosas tan intensas.
Nuestras lenguas se enredaban.
Podía sentir sus dedos recorriendo mi mandíbula, dibujandola.
-Odio que seas tan adictiva, odio amarte a pesar de todo.
Me besaba, cómo si fuera la última vez.
Cómo si fuera una despedida.-No quiero verte con él, no quiero que lo beses.
No paraba de besarme.
Era intenso, amaba eso.Éramos dos personas que cuando se juntaban eran explosivos.
Nos necesitabamos el uno al otro desesperadamente.
Era algo que no podíamos controlar.
Era como un depredador hambriento que quería más y más.-Muy pronto no volveré a saber nada de tí y me vas a olvidar-dijo.
Me encogí de hombros.
-También vas a olvidarme, siempre amaneceras con una chica diferente en tu cama.
-Quiero que todo sea perfecto mientras dure.
Lo decía con un tono de voz entrecortado, como si no quisiera ponerle punto final a nuestra historia.
Me abrazó.
Sus brazos rodeaban mi cuerpo.
Su respiración era lenta.
Una lágrima recorrió mi cara.
Alex la limpió con sus dedos.Me dió un beso.
Me tomó de la mano y me llevó a la fiesta.
La noche transcurrió normal.
Todos estaban borrachos y alborotados.Era divertido de alguna manera.
No me gustaba el caos, pero a veces era gracioso.
Decidí unirme a ese caos.
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A Certain Romance
Fanfiction«Las salidas nocturnas,los cigarrillos compartídos, los sweaters y camisas que te robaba, los discos que te prestaba y los besos desesperados en las noches de melancolía parecían que iban a durar para siempre. Hasta que tuviste que ir a cumplir tus...