Regresa a Mi (Mafia Marshall VII)

Capítulo 1

Hola! Y damos comienzo a esta nueva historia, que ya es la séptima de la saga "Mafia Marshall" aunque ahora es más de los Hyun, pero como pasa todo dentro del mismo mundo lo dejé así.

Hago una aclaración. Esta parte va a estar narrada exclusivamente por Jun. Puede que haya alguno que otro capítulo narrado por otro personaje, pero la historia es de Jun, él es el protagonista.

Espero les guste.

Bienvenid@s. Y gracias por estar aquí💜

Comenzamos...

*****

No soy yo.

Desde hace 10 años que vivo con el constante sentimiento de que no soy yo. Que soy un extraño en el cuerpo de alguien más.

Una vez salí de mi casa, y desde entonces no he vuelto. Me he perdido. O puede que incluso haya muerto. Al menos una parte de mi lo está.

Mi corazón se siente pesado. Pesado del vacío que lo compone. Y por más que lo he intentado, descubrí que hay vacíos que no se pueden volver a llenar. Esos espacios huecos me generan demasiada angustia y ansiedad, porque no se si debo seguir esforzándome por llenarlos de alguna manera, o debo huir de ellos, o simplemente aprender a vivir con ellos.

Ahora tan solo están ahí...

Estoy roto. Y ya no hay vuelta atrás. Ojalá pudiera volver al principio de todo. Aunque... ¿Cambiaría en algo? ¿Habría alguna forma de evitar esto?

Había un tiempo en el que cada vez que cerraba los ojos, todo lo que veía era negro. Sin un pensamiento en mi mente. Todo era oscuridad, como una sombra devorándome por dentro. Pero... pero había un momento en el que podía oír una voz entre esas tinieblas, diciendo "Soy yo... regresa a mi...". Y cada vez que abría los ojos desaparecía, y me percataba de que no estaba aquí. Solo en mis sueños. O pesadillas. Había veces incluso en la que no quería despertar. Podía sentirlo tocándome, persiguiéndome, y eso me generaba alivio. Lo que de alguna manera era perturbador.

Fue una etapa muy frustrante de mi vida. No se si la peor. Porque despertar cada mañana deseando no haberlo hecho, no es para nada sano.

Pude dejarlo atrás cuando empecé el servicio militar, ya que tenía la cabeza ocupada la mayor parte del día, además del cuerpo, y para cuando llegaba la noche caí rendido en la cama. Lo que no le daba espacio a esos pensamientos intrusivos.

Ahora tan solo duermo para descansar. Ya no sueño. Es mejor así.

Aunque gracias a eso descubrí una buena estrategia para estar centrado. Y es mantener mi mente ocupada con otra cosa más demandante.

Así que luego de que terminaron mis 18 meses en la base militar, fui directo a la universidad. Fueron 5 años de estudiar arduamente sin parar abogacía. Me gradué con el mejor promedio de mi generación. Y ahora, en el presente, me enfoco en mi trabajo.

Qué es lo más estresante, y que requiere de todo mi tiempo y atención...

Me despierto en la oscuridad al oír que mi celular suena. Este está encima de la mesa de noche, sonando a todo volumen e iluminando con una luz que por poco no me deja ciego. Extiendo la mano y lo manoteo. En la pantalla sale que es un número desconocido, pero aun así atiendo porque mi sexto sentido ya me indica quién diablos puede ser, muy a mi pesar.

- ¿Si? - hablo con fastidio.

- ¿Crees que puedas venir por mi? - oigo la inconfundible voz que me irrita todos los días.