Rhaella Targaryen, la famosa princesa de la belleza. Así la apodaron la gente del pueblo, y con bastante razón, todos caían bajo la mirada de la hermosa princesa, tanto así que ni siquiera su protector jurado resistió a sus encantos, el hombre que n...
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Llegó el día del torneo. Las sirvientas despertaron a la princesa y la arreglaron para el día tan importante.
En el tocador, Camille se acercó y le entregó un arreglo de flores entrelazadas entre si, muy similar a una diadema.
— ¿Qué es esto? ¿acaso me lo tengo que poner en la cabeza? — preguntó la princesa muy confundida.
Camille se rió
— Por supuesto que no princesa, es por si algún lord o apuesto caballero pide su favor en el torneo, dicen que les da buena suerte. — le explica brevemente.
— No veo la lógica de esto, pero supongo que la aceptaré. — se paró del tocador y se estiró el vestido. — Vamos, ya voy tarde y no me quiero perder absolutamente nada.
[...]
Rhaella en el camino, se encontró con Rhaenyra mientras iba subiendo la escalera para ver el torneo, llevaba un hermoso vestido rojo con detalles dorados en el busto, pero lo que más le llamó la atención fue el lindo collar que llevaba puesto su hermana.
— Ese no lo había visto antes. Supongo que ese era el regalo que te trajo el tío Daemon. Es muy lindo. — la Targaryen subió las cejas sugestivamente. — De acero valyrio.
— Oh, sí, es muy lindo. — Rhaenyra dijo, muy perdida en sus pensamientos. — Bueno vamos a sentarnos, ahí está Alicent.
El Rey estaba dando el discurso de bienvenida al pueblo y a los demás lores que viejaron desde tan lejos. Rhaella y Rhaenyra trataron de no llamar tanto la atención mientras caminaban hacia sus puestos respectivos.
— Les prometo que su viaje no ha sido en vano, ¡la Reina Aemma ha comenzado sus labores!
La princesa estaba sorprendida, sabía que su hermano nacería luego, pero no esperaba que fuera hoy.
— ¿Por qué nadie me dijo nada? deberíamos estar ahí con mamá, para apoyarla, no aquí en este estúpido torneo! — dijo la menor muy molesta.
— Rhaella, tranquilízate. — le dijo Alicent tratando de calmarla. — Estoy segura que tu madre estará bien, tengo un buen presentimiento sobre eso.
— Espero que tengas razón Alicent.
El torneo comenzó. Rhaenyra y Alicent conversaban, y Rhaella decidió escuchar atentamente.
— ¿Un caballero misterioso? — Preguntó Rhaenyra.
— No, un Cole, de Stormlands. — dijo Alicent sin importarle mucho.
— Nunca he oído de la casa Cole. — dijo Rhaenyra.
— Yo tampoco, y yo creía que sabía el nombre de todas las casas más importantes de Poniente. — concordó Rhaella.
