Inadmissible Love || Criston Cole

Chapter 4

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Anoche Viserys había llamado a sus dos hijas para informarles nuevamente, que su deber era contraer matrimonio otra vez, ya que el reino esperaba que el Rey tomara una nueva esposa.

Al día siguiente convocaron una reunión de emergencia en el consejo.

Rhaenyra y Rhaella venían llegando al consejo cuando uno de los entrenadores de dragones estaba hablando en alto valyrio.

— Ocurrió durante la oscuridad de la noche, mis señores, en la hora del murciélago. El ladrón eludió nuestra persecución.

— ¿Cómo es posible que robaran un huevo frente a más de 50 entrenadores de dragones? — preguntó el Rey en alto valyrio. Ya que es la única lengua que hablan los guardianes.

— Fue el príncipe Daemon el culpable, majestad.

— ¿Daemon?

Rhaella ya estaba harta de la actitud de su tío al querer llamar la atención de su hermano solo para fastidiar.

— El príncipe dejó una misiva que me parece que lo explica. — dijo Otto Hightower.

El maestre procedió a leer lo que decía el pedazo de papel.

Daemon se estaba declarando asi mismo como el verdadero heredero al trono, ignorando la palabra del Rey al nombrar a Rhaenyra como heredera, invitando a este a su próxima boda con una segunda esposa, Lady Mysaria, mencionando que estaba embarazada y que tal hijo tendrá un huevo de dragón en la cuna del bebé.

— Dioses sean benditos. — dijo uno de los lores.

— ¿Quién es lady Mysaria? — preguntó lord Corlys.

— Creemos... — el lord no alcanzó a terminar su frase, ya que la mano del Rey se adelantó.

— La puta de Daemon. — hizo una pausa. — Esto no es más que una sedición.

— Mi hermano quiere provocarme. Contestarle es darle lo que quiere.

Después de que los lores discutieron unos segundos, Rhaenyra dijo algo en alto valyrio pero sólo su hermana que estaba a su lado la escuchó.

— ¿Qué huevo se llevó Daemon? — le preguntó al guardián.

— El huevo era de Dreamfyre, princesa. El mismo que usted y la princesa Rhaella escogieron para la cuna del príncipe Baelon.

Rhaella estaba procesando lo que acababa de escuchar, ella se preguntaba como es que su tío se atrevía a robar el huevo que con tanta dedicación su hermana y ella habían escogido para su difunto hermano. Había sobrepasado los límites.

-¿Cómo se atreve? Padre, mándanos a nosotras, Rhaenyra y yo iremos por el huevo, y darle una pequeña lección a Daemon no estaría mal. — habló Rhaella por primera vez en la reunión.

Estaba alterada por la situación, deseaba saber los motivos de su tío para hacer tal cosa.

— Por ningún motivo. No irás ni tú ni tu hermana. Reúne a un destacamento, Otto. Iré a Dragonstone y arrastraré a Daemon ante la justicia yo mismo. — dijo el Rey muy molesto levantándose de su puesto.

— Su majestad. —lo interrumpió Otto Hightower, como siempre. — Lo siento, majestad, pero no puedo permitirlo. Es peligroso. Daemon no tiene límites.

Por fin Rhaella coincidió en algo con el viejo Hightower.

— Dejeme ir a Dragonstone. — término por decir la mano del Rey.