Chapter 20

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RESUBIDO 3/4


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El día en que la princesa anunció su embarazo, Alicent esa misma noche pidió hablar con lord Larys. Necesitaba saber la verdad sobre ese asunto.

— Majestad. — la saludó él hombre.

— Lord Larys, vengo con usted en busca de ayuda.

— Soy su leal sirviente, majestad. En cualquier cosa que esté a mi alcance la ayudaré. — le dijo él patizambo con su típico tono extraño.

— La princesa Rhaella está encinta. Pero no estoy segura si ese vástago es un Stark.

— ¿La reina quiere que busque información sobre las actividades de la princesa?

— Sí, lord Larys. Quiero que sepa que solo deseo ahorrarle las humillaciones a la princesa. Nada más.

[...]

Días pasaron desde el anuncio de la gran noticia que tenía a todo el reino contento.

Rhaella y Rickard caminaban por los jardines junto con sir Criston a sus espaldas.

— Creo que ya fue suficiente, deberías sentarte. — le insistió Rickard.

La princesa, estaba molesta por la actitud de todos hacia ella desde que anunció su embarazo.

Ella se detuvo y Rickard le siguió.

— Estoy embarazada, no invalida. Puedo hacer las cosas que hago normalmente, Rickard. Deja de ser tan paranoico.

— Solo me preocupo por tí, cariño.

— Lo sé. — le dijo un poco arrepentida por el tono que usó.

Rickard se acercó para besarla pero Rhaella se tiró levemente hacia atrás.

— Aquí no. — le susurró ella.

— ¿Por qué no? Sir Criston es como de la familia. No le importará si nos ve besándonos ¿verdad, sir Criston?

Incómodo. Así se sentía el momento para la princesa en ese mismo instante.

Afortunadamente, un sirviente llegó salvando el incómodo momento para Rhaella y el caballero.

— Sir Rickard, lo buscan en la reunión.

El Stark soltó un bufido. — Iré enseguida.

El sirviente se fue tan rápido como pudo y Rickard volvió a mirar a su esposa.

— Me tengo que ir. Cuídate y no pienses ni un segundo en hacer movimientos bruscos. — le dijo él mientras se alejaba lentamente.

Rhaella rodó los ojos con aburrimiento y se despidió de él con la mano. Pero Rickard se devolvió y le plantó un casto beso en los labios. Él sonrió y ahora definitivamente se había ido a la reunión.

La princesa dirigió su vista hacia el mar y apoyó sus manos en el barandal.

— Lamento... que hayas tenido que ver eso. — le dijo ella a su caballero.

— No importa. Soy de la familia, ¿no es cierto? — le respondió en un tono irónico.

— No actúes así. Siempre eres insoportable cuando estás celoso.

— ¿Celoso? ¿cómo se te ocurre? No tengo motivos. Sólo el hecho de que la mujer que amo está casada con otro hombre que puede besarla y dormir con ella.

Inadmissible Love || Criston Cole Donde viven las historias. Descúbrelo ahora