𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 𝑫𝑰𝑬𝑪𝑰𝑶𝑪𝑯𝑶

1.3K 59 18
                                    

"𝚃𝚞 𝚢 𝚢𝚘 𝚊𝚛𝚍𝚎𝚛𝚎𝚖𝚘𝚜 𝚎𝚗 𝚕𝚕𝚊𝚖𝚊𝚜"

"𝚃𝚞 𝚢 𝚢𝚘 𝚊𝚛𝚍𝚎𝚛𝚎𝚖𝚘𝚜 𝚎𝚗 𝚕𝚕𝚊𝚖𝚊𝚜"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

NICOLE MAYBANK

Nunca había sido consciente del descontrol al que podía llegar una fiesta, hasta que vi a Parker intentando engancharse en el ventilador de la casa de uno de los chicos del equipo de hockey delante de mis narices. Martina y yo solíamos irnos mucho antes, no éramos muy partidarias de la frase que rula entre los más fiesteros del campus universitario de que «una buena fiesta acaba cuando eres el último en irte». Pero esta fiesta no. No sé por qué.

Bueno, os miento, claro que sé por qué es.

Hace tres días que me besé con Connell y no he podido parar de pensar en eso en ningún momento del día. Me pican las ganas por querer acercarme a él en cualquier oportunidad e intentar mantener un mínimo de contacto físico. Tampoco he podido parar de mirarlo en toda la noche. Y no porque vaya guapo, que lo está, sino porque desde ese momento hay algo entre nosotros que flota en el aire y hace que cada vez estemos más cerca.

Hoy han tenido un partido bastante duro. Uno de nuestros rivales directos ha visitado nuestra pista y está claro que ellos tienen el mismo objetivo que nuestro equipo de hockey: ganar la liga. Por lo que durante todo el partido han demostrado porqué son nuestros rivales más directos y porqué nuestro equipo no debe relajarse a pesar de que hayamos empezado la liga con muy buen pie y la anterior la ganáramos.

Connell ha estado increíble, aunque él siempre lo está. Desde que se enteró que uno de los equipos de la NHL tiene sus ojos sobre él, no ha parado de trabajar en su técnica y en demostrarle a todos el porqué debe ganarse un hueco en uno de los equipos más famosos del país. Aún no he podido estar a solas con él. Me he tenido que conformar con verlo a lo lejos en la pista y en cruzar un par de miradas con él a lo largo de la noche. Es lo que tiene ser el capitán del equipo de hockey y, además, ser reconocido como uno de los mejores jugadores del partido. Todo el mundo quiere felicitarte y todo el mundo quiere estar contigo.

Ahora mismo está junto a Gael y otros dos chicos que no sé distinguir porque están de espaldas. Tiene el pelo algo alborotado por estar tocándoselo toda la noche, y no para de reírse por algo que uno de los chicos le está diciendo. Lleva puesta su chaqueta del equipo y unos cargos negros que le quedan muy ajustados a esas piernas tan musculosas. Sus ojos brillan por culpa del alcohol y de la felicidad de haber conseguido una gran victoria hoy.

Su mirada se desliza de uno de sus compañeros hacia mí. Lo hace despacio, haciéndome esperar, haciéndome creer que no sabía que le llevo mirando desde que se han reunido los cuatro. Una sonrisa le nace de los labios y la esconde tras su vaso. Yo hago lo mismo.

Desde hace tres días no sé cómo actuar. Sé que el día anterior a nuestro beso pensaba que todavía era algo pronto para poder decir algo sobre nosotros. Sé que todavía seguía dándole vueltas a estos sentimientos que se arremolinan en mi pecho y que se incrustan con fuerza cuando él está cerca o está delante de mí. Pero aquel beso hizo que me diera cuenta de que entre Connell y yo, había una tensión que ya no podía dar más de sí. Una tensión que pedía a gritos ser resuelta o, al menos, que se descubriera que tipo de tensión era. Una tensión que yo tampoco podía mantener escondida cuando él revoloteaba a mi alrededor.

SALVANDO MR SKI LOUNGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora