«¿Por qué a las personas buenas les sucedían cosas malas?»
Eso era algo que siempre se cuestionaba.
No entendía por qué eso tenía que ser así. Pero suponía que así de jodida era la vida, después de todo, ella sabía lo cruel que esta podía ser.
Suspiró.
Estaba agotada, tanto física como mentalmente.
Necesitaba con urgencia un descanso, uno que sabía que no podría tener. No después de aquella visita.Si algo tenía ella era que detestaba las despedidas y para Danielle era un suplicio tener que despedir a su abuelo luego de visitarlo en aquél hospital.
Detestaba alejarse de él y dejarlo sólo, aunque sabía que estaba bajo el mejor de los cuidados, seguía siendo difícil para ella no tenerlo cerca.
También era sumamente duro verlo en las condiciones en las que estaba. El cáncer no era un chiste, pasó de ver a una persona rebosante de energía, amable y tan bueno, a verlo postrado en una cama por aquella enfermedad, fue difícil y doloroso.No sabía qué más la vida podría joderle. Siempre tuvo en claro que estaba demasiado jodida pero eso..., eso terminó de acabar con ella.
Lo único que le daba un suspiro de alivio era aquella sonrisa que él le dedicaba. Ella pensaba que mientras esa sonrisa le fuera dada, todo estaría bien y ni hablar de aquella risa, misma que le generaba tantas cosas, sobre todo paz.
Peter Fornells era todo para Danielle y no sabía que sucedería con ella si llegara a perderlo.
Es por eso que atesoraba cada momento junto a él, nunca sabía cuándo su presencia terrenal se iría y aquello le aterraba en demasía.Algunas veces le cuestionaba a Dios ¿por qué en vez de su abuelo no le tocó a ella?, no entendía. Ella ya sufría, añadirle un poco más a su sufrimiento no significaría nada, después de todo, estaba acostumbrada a vivir con ese constante dolor en su interior, aún así, se mantenía con fuerza, por su abuelo y sus chicos, sabía que para ellos, su presencia era significativa y no podía dejarlos, no cuándo sabía que la necesitaban. Aún así, seguía siendo jodido.
—Todo estará bien —se dijo en voz alta.
Una vez le dijeron que sí quería que algo se diera, debía manifestarlo en voz alta.
Es por eso que no dudaba que algún Dios, o quizás su Dios, la escuchara y se apiadara de ella, después de todo, su deseo no era egoísta, salía desde el más profundo de su roto corazón.Corría.
Lo hacía como si su vida dependiera de ello. No era para menos, si era atrapado sería hombre muerto, o al menos así parecía.Su primo estaba enojado y era su culpa, es por eso que el chico empezó a correr mientras huía del mayor.
Supuso que eso de arrojarlo al lago familiar no había sido buena idea.—Vuelve acá imbécil —gritó con la respiración entrecortada— ¡Te voy a matar!
Dereck negó divertido, aún así no dejó de correr.
Ni siquiera cuándo entró a la casa familiar, ni mucho menos mientras subía las escaleras. Tenía muy en claro que no sería atrapado tan fácilmente, por supuesto que no.
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QUÉDATE CONMIGO [EMISIÓN]
Jugendliteratur"Todos me hacían sentir Como si quererte, es algo malo. Yo no elegí este camino Es el camino que me ha encontrado" Historia COMPLETAMENTE de mi autoría. Contenido +18 (no tan explícito). Incesto. Comportamientos y actitudes cuestionables. NO acepto...