Cuidándote.

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TW: Uso de estupefacientes + selfharm.

El pasillo del hospital estaba solo iluminado por una luz singular, que parpadeaba de vez en cuando. En ambas paredes contrarías, se encontraban dos personas que, si no fuera por que coincidían en oficio, serían definitivamente como perro y gato. Sin embargo, la situación ameritaba una charla "amigable."

— Luzu. ¿Por qué decidiste ayudarme con el asunto de Quacks? ¿Buscas algo a cambio? Si es eso, te pediré que te.. — El oso fue interrumpido mientras el castaño se dirigía a la salida, sin molestarse en quedarse mucho tiempo hablando con el otro.

— No me voy a ir atrás, no busco ningún beneficio personal a cambio si es lo que preguntas. ¿Por qué no dejas que las cosas sigan su curso natural, Doblas? — Suspiro y en cambio dejó al osezno con la palabra en la boca. Pudo oír al mencionado maldecir desde lejos, provocando que una sonrisa pícara se dibujo en su rostro, tal vez, una de las pocas veces que le pueda sacar una sonrisa.

Al llegar a su casa, se quitó la bata y la coloco en el perchero de pared, al levantar la mirada, se encontró con un montón de reliquias en forma de ángel dandole una cálida bienvenida. Su sala de estar estaba repleta de decoraciones de ese estilo, dibujos, figuras e incluso alas de ángel colgando sobre su pared, obviamente, estas eran falsas. Un suave carmín invadió las mejillas del castaño, quien se dirigió al centro de la sala para tomar un pequeño marco entre sus manos.

En la foto había una persona que se parecía mucho a él fisicamente. "Mamá.. No voy a dejarlo ir. Finalmente he encontrado.."

Por otra parte, el híbrido se había levantado temprano esa vez. Casi siempre que se levantaba Rubius le daba la bienvenida con un desayuno que, si bien no era la gran cosa, para el pato era lo más rico del mundo. Esta vez no. Y tenía hambre, mucha hambre. Aún no sabía pronunciar palabras varias pero hacia el intento, sabía que los demás no lo entendían por completo, algo en sus rostros le decía al menor que no era normal.

Y cuando se desesperaba, cuando es en estos casos, gritaba como si le estuvieran matando. Las lágrimas en sus ojos no se hicieron esperar, eso, a la vez que frotaba sus uñas con fuerza contra una de sus muñecas. Recuerda que el oso se las había cortado porque lo vió hacer eso, pero no tenía otra forma de llamar la atención de los demás.

— ¡A VER! ¿DE DONDE VIENE TANTO CHILLIDO? Son las 8 de la mañan.. ah.. Eres tú. — Apenas vió a una figura pelirroja atravesar la puerta, el híbrido cerró la boca, mirándolo como si fuera un gato a un láser, para luego volver a llorar al darse cuenta de que no era ni Luzu ni Rubius. Esto, solo incomodo más a Lolito, quien hizo una mueca de asco.

— ¿Que es lo que quieres? ¿Acaso mami y papi no vinieron a hacerte la chocolatada? ¡Dios, deja de gritar..! — Un jadeo se atascó en la garganta del pelirrojo, su expresión se torció a una totalmente irreconocible. Hasta que una "idea brillante" le vino a la cabeza.

— Ya sé como puedo hacer que te relajes, mocoso. Solo necesito tu cooperación.

Una sonrisa falsa resurgió en su rostro mientras rebuscaba algo entre los escritorios, la cual agrandó al encontrar lo que estaba buscando. No era nada más ni nada menos que una jeringa descartable.

El pato logró identificar el objeto y al tratar de alejarse del otro, hubo un fuerte estruendo en el suelo. Se había caído de la cama. El pelirrojo se tomó todo el tiempo del mundo buscando cierto alúcinogeno, ya de por si era una pérdida de su tiempo hacerse cargo de un húerfano hasta que sus otros dos empleados llegaran.

— No voy a hacerte nada.. ¿Ves? Soy buena persona. Ahora.. Muestrame tu brazo, ¿vale?

Pero Quackity no se fiaba ni un segundo, solo seguía balbuceando entre lágrimas mientras se arrastraba lejos de él en el suelo. Sin tener más tiempo que perder y con la paciencia colmada, el más alto sujeto su brazo a la fuerza y le proporcionó una dosis que, para su suerte, mantendría dormido al híbrido por un par de horas.

Y así, terminando su "trabajo", se retiró de la sala.

Wise men say..

El doctor Vlogs estaba de un extraño buen humor hoy, no era solo el hecho de haber frustrado a Doblas lo que le hacía tararear una canción de los 80'

Only fools rush in..

Se dirigió a su oficina con la única tarea en mente de apurarse con los turnos de hoy. Esta vez eran ocho pero tenía la esperanza de que al final valdría la pena. Ese era el plan, pero tocaron a su puerta. Solo esperaba que no fuera Lolito.

— ¡Doctor Vlogs!  — Una cabellera blanca atravesó la puerta sin esperar respuesta alguna a través de esta.

— Enfermera Nieves, ¿pasa algo?

But I can't help.

— Traté de revisar al niño que me encargó ayer pero.. Apenas entré a su ala, no parecía ni siquiera dar señales de vida.. ¿Le dio algo ayer? —La chica jugó con su cabello sin mirar al mayor a los ojos. Era obvio que estaba nerviosa.

Las pupilas del doctor se minimizaron. ¿Acaso..? No.. ¿Que había pasado?

— Vamos. Necesito verlo por mi mismo.

A pasos agitados ambos se dirigieron a la habitación designada del pelinegro. Luzu fue el primero en abrir la puerta con cierta agresividad que hasta asustó a la enfermera. — ¿Quacks?

Pero no hubo respuesta.

Falling in love.. With..

Quacks.. No juegues, por favor.

El mayor se acercó al cuerpo del menor, instintivamente chequeando sus signos vitales. Estaba dormido. Sentía que casi se le salía el corazón al pensar en la peor variable.

— ¿Quien..? ¿Hay un registro de las personas que visitaron esta ala entre ayer y hoy a la mañana? — Odiaba ponerlo de esta manera pero dudaba muchísimo que fuera Doblas.

En ese momento, Nieves suspiró y jugó con sus dedos, pasandole la lista de visitas al doctor. — ¿Lolito..?

You.

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NO TIENEN IDEA DE LO QUE VA A SER EL CAPITULO 4. Also, actualizo doble y al momento pq mañana empiezo la uni :( pero tienen Amoeba para un par de días más, lolol.

Amoeba. | luckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora