Al despertar, mi móvil sigue sonando. Ha pasado así durante toda la noche y me sorprende que no se haya terminado la batería.
El nombre que resalta es de mi madre. Ya debió de enterarse y sabe que estoy hospedado en este lugar.-Hola, mamá- saludo normal.
-Dios mio, Alfonso, estaba muy preocupada ¿Por qué no has contestado? ¿Quieres verme sufrir?
-Nada de eso madre. Estoy bien, no tienes porque preocuparte. Solo estaba cansado y estresado por lo sucedido que dormí profundamente- bostezo para disimular.
-No vuelvas hacerme esto, tu y tu hermana me matarán uno de estos dias- dice sollozando.
-Oh, madre no llores, por favor.
-Estaba tan preocupada por los dos.
-¿Que tiene que ver Nicole?
-No vino durante la noche, tampoco me respondía el celular, estaba tan angustiada- llora desconsoladamente.
-Madre, no somos niños. Estuvimos mal, pero no nos controle mucho. No diremos a dónde vamos cada vez y cuando.
-A ustedes no les importa mi dolor.
-Tranquila, estamos bien. Ella te explicará.
-Irresponsables- exclama molesta.
-En la noche iré a casa.
-¿Se supone que vendrías mañana?
-Ya no quiero estar aquí. El ambiente está muy pesado. No hay nada como el hogar- respondo.
-Te haré tu comida favorita- me río.
-Gracias, a Nicole no le hagas nada- bromeo.
-No vendrá hoy tampoco.
-¿De luna de miel?
-Esta atrasando mucho el trabajo por ese chico.
-Dile que hay muchas que ocuparían su lugar.
-Alfonso- me regaña.
-Lo digo en serio. Si no se dedica a trabajar, se va de la empresa. El plan de los sosa, es vernos en quiebra. Y si según tanto se aman, que se una con ellos. En fin, puedo contratar a alguien- gruño.
-Es tu hermana y no la vas a botar.
-Si no cumple con su parte, por supuesto que sí. Es claro la cláusula del contrato- por supuesto que Nicole fue la que puso esa cláusula por mi, pero al parecer está jugando en su contra.
-Ella...
-Nos vemos mamá, no quiero discutir. Hasta en la noche.
-De acuerdo- cuelga.
Los nombres empiezan a resaltar. Me ha llamado Nicole, Anahí- me sorprendió mucho, ¿Estará preocupada?- y para mí desgracia también Richard. Y con solo ver su nombre, mi corazón se detuvo y todo lo demás también, ¿Entonces fue Eduardo a quien mataron? Maldición, noooo.
Mis ojos se empiezan a cristalizar y la ira por Richard cada vez es más grande. Él tenía que haber muerto y no Eduardo. Y es obvio que fue su culpa, su maldita avaricia hizo que muriera un amigo y él resultó ileso cuando nadie en este mundo lo necesita.
Ahora su hija, no tiene padre y él no la vera crecer.
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Devuélveme El Corazón.
Lãng mạnAnahi y Alfonso con personalidades iguales, descubrirán que no son sólo un deseo. No podrán salvarse de su propio remolino de pasión, ni siquiera pueden detenerlo.