Anahi y Alfonso con personalidades iguales, descubrirán que no son sólo un deseo. No podrán salvarse de su propio remolino de pasión, ni siquiera pueden detenerlo.
Me parece que ha tardado un siglo antes de poder decir algo. Y claro está, que no me ve igual, me ve distinto pero tampoco de la forma que esperaba. Se baja del auto y camina a menos de un metro, suspira- me está matando al no decir ni una sola palabra, quiero saber si estará conmigo o se marchará después de mi confesión- ella, mira la ciudad que ahora es nuestra y yo, la mira a ella. Luego de otros largos segundos voltea y me mira.
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-No me esperaba una historia de esa magnitud- presiona los labios y luego vuelvo abrirlos- sabía que tú pasado era fuerte, pero no tan terrible y lo lamento mucho por ti- frunzo el ceño- no debió ser fácil pasar por todo eso, porque al fin y al cabo lo hiciste por tu familia, te hacías responsables de tu hermana y tu madre solo que no de la forma correcta- se queda callada de nuevo.
Decido acortar la distancia.
-¿no me tienes asco? ¿O miedo?- resopla.
-Por supuesto que no, ¿Cómo se te ocurre?
-Cualquier chica tendría esa reacción- inquiero.
-No soy cualquiera, y tú lo has dicho un millón de veces- asiento- y si no salgo corriendo, es porque también tuve que hacer cosas por mi madre, para que ella esté bien y no padezca ni le falte nada.
-Lo mio es peor- niega con la cabeza.
-Lo tuyo, con lo mío no tiene comparación. Tu historia, es un cuento de hagas.
-No creí que te lo tomarás tan a la ligera.
-Tampoco es algo horrible, osea si, pero no para asustar. Quizás la antigua Anahí, habría salido corriendo y jamás te hablaría, pero después de pasar por tantas por la familia de uno, hace lo que sea... y me siento enfadada- toca mi mejilla.
-¿Enfadada? ¿Por qué?
-Con Nicole, después de lo que me has dicho y que ella se haya portado así, te comprendo aún más y me molesta que no vea el sacrificio que hiciste y si lo vio, que lo haya olvidado por un hombre, que seguro no hará nada con lo que tú has hecho por ella- el siguiente movimiento me toma por sorpresa. Anahí, me abraza y le devuelvo el abrazo.
-Lo sé, me duele y no sabes cuánto. Y gracias, por seguir aquí y no huir, tenía mucho miedo de perderte, pero necesitaba decírtelo antes que me aceptarás- beso su cabello.
-Gracias por confiar en mi.
-Siempre- me abraza con más fuerza.
-No eres una mala persona, nunca te castigue de esa forma, tuviste que hacer lo que debías hacer en ese momento. Ahora estás bien y no importa de donde sea el dinero para que hayas tenido todo esto, lo que importa es lo que haces ahora y que ya no sobrevives robando, ni lastimando a otros. Este tipo, eres tú. Un hombre trabajador, protector, valiente, responsable, sincero y que ama lo que hace y las personas que tiene.
