Entramos en el hospital y preguntamos por la señora. Nos indica el piso y la habitación. Subimos y caminamos un largo pasillo y hay varias puertas, doblamos la esquina a la derecha y lo primero que veo es Anahí sentada y bien consolada por ese imbécil. Respiro profundo- ahora no Alfonso, deja tus celos a un lado- me digo. No es el lugar, ni el momento pero estás estupideces.
Ese tal Carlos me mira y le hace seña con la cabeza a Anahí hacia nuestra dirección.
Se sorprende al vernos. Mi madre la abraza apenas se aleja de ese idiota.
-Hija- murmura mi madre.
-No tenían que haberse molestado.
-El cariño es mutuo, estuviste para mí y ahora estoy para ti- solloza Anahí. Y verla así, tan frágil, solo me hacen dar ganas de protegerla, querer absorber su dolor- ¿Cómo está, tu madre?
-No me han dicho nada aún. Estoy desesperada por tener noticias.
-Tranquilo, todo va a estar bien- le digo. Y pone sus ojos cafés en mi. Cuánto dolor hay en ellos.
Anahí, se queda en silencio. Pero se rompe el silencio por otra voz.
-Hola a todos- Carlos muestra mucho respeto.
-Hola, señor Guzmán- saluda.
-Cariño, apenas me enteré, ¿Cómo está, Mariana?- Anahí se endereza. Mi madre pasa un brazo por sus hombros.
-Aun no lo sé- contesta. Pero su voz es distinta. No le agrada para nada Marcelo.
- ¿Que clase de hospital, es este? No te preocupes, me encargaré que tengas noticias ya- setencia.
-Quizas estén ocupados, no quiero que dejen de atenderla por un segundo hasta que ella esté bien- su voz es sería.
-De acuerdo, cariño- suena su móvil- un segundo- levanta el dedo índice y se marcha a contestar.
Mierda, no sé cómo acercarme a ella pero si lo hago, tal vez suelte a mi madre y no para irse precisamente en mis brazos si no a dónde el imbécil de Carlos.
-¿Y Nicole?- pregunta Anahí.
-Ella no lo sabe aún, no pudimos decirle ya que tuvimos problemas- le dice mi madre con tristeza.
-Lo solucionarán- le anima.
-Eso espero.
-Lo haremos madre, tu solo apóyame. Sé lo que te digo- Anahí frunce el ceño.
-Anahi, necesito hablar contigo a solas- dice Marcelo cuando regresa. Ella deja caer los hombros y mi madre se aparta.
-Si el doctor...
-Te buscaremos- le interrumpo.
-Gracias- y se va con el representante.
Y no tengo muy buena sensación por esa plática. Ella se comporta de una forma muy distinta con él, incluso parece que lo odia.
Carlos se sienta y mi madre igual. Miro hacia la dirección de dónde se fueron. Saco mi móvil y empiezo andar sin prestar atención a lo que hago.
-Vuelvo enseguida, madre- ella entorna los ojos. Y seguro sabe que iré a escuchar.
-Esta bien- añade.
Camino lo más tranquilo hasta salir de su visión y me apresuro. Cuando los veo, me arrinconó a la pared para que no me vean.
-No me has dado más dinero...
-Esta semana te daré más.
-Sabes que hoy se agranda más tu deuda.
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Devuélveme El Corazón.
RomanceAnahi y Alfonso con personalidades iguales, descubrirán que no son sólo un deseo. No podrán salvarse de su propio remolino de pasión, ni siquiera pueden detenerlo.