Juntos

18 1 0
                                    

Tocó el timbre y Anahí, casi no tarda en abrir. Y por primera vez la veo sin nada de maquillaje, y es muy hermosa, no lo necesita, opaco su belleza con eso.
Y como era de suponer no me va a dejar entrar. Da unos pasos hacia donde mi y cierra la puerta.
Lleva puesto un conjunto deportivo, que hace resaltar su silueta. Tiene unas curvas matadoras. Sus senos se están ahogando en su crop top.

-¿Que haces aquí?- pregunta desconcertada.

-Queria verte. Te ves muy hermosa.

-Gracias.

-Necesito hablar contigo.

-Si, es por tu querida secretaria...

-No es mi querida. Estuve mal, y ya no estára nunca más en la empresa.

-Eso no es la solución.

-Lo siento mucho. De verdad.

-No es suficiente.

-Dejame remediarlo, por favor- le pido de corazón.

Suspira.

-Escucha, no puedo perdonarte y se que no somos nada, pero estabas a punto... Quizás, no lo sé, contigo no se a que atenerme.

-¿Quieres algo serio?- me mira a los ojos muy segura.

-No soy de esas mujeres que le gusta estar con varios hombres- dejo caer los hombros.

Me gustas y mucho, no quiero perderte y menos sabiendo que ese Carlos está a tu alrededor y no puedo ponerle un alto, porque no tengo derecho. Y quiero tenerlo, para alejar algunos de ti y cuidarte.

-¿Quieres ser mi pareja?- abre los ojos como platos por la sorpresa y con sus labios forma la letra O.

-¿¡Que!?- exclama sin poder entender lo que acabo de decir.

-Ya lo escuchaste. ¿Te gustaría ser mi novia?

-Asi, de la nada- se pasa la mano por el pelo.

-No es de la nada, hemos salido...

-Pero no lo suficiente.

-Quiero que tengas la seguridad, que no te veo como un juego. Me gustas mucho y lo sabes.

-Es que, ahora no puedo.

-¿Por qué?

-No me siento lista para un noviazgo. Todavía no, necesito un tiempo y conocerte.

-¿Eso es lo que quieres?

-Si.

-Bien, pero mi propuesta seguirá en pie. Cuando estés lista, lo aceptarás.

-No comprendo por qué lo has dicho, ¿Tiene que ver con Carlos?

-Un poco, pero más que nada porque quiero estar contigo. Quiero besarte sin que me reclames o que tengas miedo si alguien nos ve, quiero cuidarte antes cualquier que se quiera pasar de listo y decirles a todos que eres mía.

-Gracias, pero puedo cuidarme sola.

-Pero aún así, quiero hacerlo.

-No estás perdonado, por lo que acabas de decir.

-Sé como me perdonarás.

-No lo creo.

-Lo veremos.

-¿Y tú mamá, como sigue?

-Esta bien, supongo. Siempre quiere hacerse la fuerte.

-Igual que tú- digo enarcando una ceja.

-No es lo mismo, debo de cuidarla.

-Pensamos iguales, también quiero cuidar a mi madre incluso de mi hermana.

Devuélveme El Corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora