Está desnuda en la cama y me está dando la espalda. Es muy orgullosa mi bailarina. La quise besar mientras la follaba y no me permitió. Tampoco fue muy cariñosa y hoy no me dió su orgasmo. Y tuve otra decepción.
Con la yema de los dedos acaricio su brazo. Ella se hace unos centímetros hacia delante.-Si continuas tan diferente, te quedarás todo el día conmigo- rompo el silencio.
Suspira fuerte. Se gira y mira hacia el techo. Sus manos lleva al abdomen y entrelaza los dedos. Coloco la mano encima de las suyas y presiono ligeramente.
-¿Cómo se supone que debo de estar?- pregunta distante.
-Contenta, por verme. No sabes cómo te extrañé- comento.
-No ignores lo que paso hace un momento. Sabes, por que estoy así. Y no me pidas que esté feliz y tampoco me chantajees. No quiero estar aquí, y está será la última vez que nos veamos- habla furiosa.
-¿Estarás aquí, por quién?- escupo.
-Ja, piensa lo que quieras.
-Mis pensamientos no se equivocan, aún no se termina el contrato y debes de estar dando de tus servicios a esta asquerosa "empresa"- levanto la mano y con los dedos hago las comillas.
-Me doy cuenta que es preferible varios clientes que uno solo. Porque después se siente con el derecho de mandar en mi vida- escupe. Presiono la mandíbula por sus palabras. Está loca, si piensa que la dejaré.
-Mando en tu vida- inquiero.
-No, y nunca lo harás- me fulmina con la mirada. Extraño a la bailarina, sumisa.
-Ya lo veremos ¿Quieres que lo comprobemos ahora?
-¿Que?
-¡Que mando en tu vida! Y haré que te quedes todo el día, conmigo- se sienta y con la ayuda de sus manos y toma impulso para pegar la espalda en la cabecera de la cama.
-¿Que es lo que quieres? Primero me insultas y me dices tonterías, y que me largue de tu vida. Segundo, te comportas como un machista y quieres tenerme a tu lado. No te entiendo- grita enfadada.
También me siento y me pongo a su nivel.
-Escucha, soy un idiota...
-Eres más que eso- interrumpe.
-Escuchame, lo siento. Estaba molesto y sentía muchos celos... Me saco de quicio ver a ese sujeto, en nuestra habitación. Me saca de quicio, que hayan tenido algo serio y que tú lo sigas queriendo- resopla.
-Te dije que no lo quiero. Yo no amo a nadie en estos momentos. No me interesa una relación, y menos estando trabajando en este maldito edificio- un alivio y cierta tristeza.
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Devuélveme El Corazón.
Roman d'amourAnahi y Alfonso con personalidades iguales, descubrirán que no son sólo un deseo. No podrán salvarse de su propio remolino de pasión, ni siquiera pueden detenerlo.