Aunque no sea conmigo.

Su voz.

Pov T/n

No sé cuál es el estilo de Elizabeth, por esa razón compré mucha ropa y no me arrepiento. Nunca me ha agradado comprar cosas pero al saber que es para la chica rubia que se hospeda en mi casa se siente diferente, siento que debo dar lo mejor en esta compra.

Paso por una joyería, he visto que también ama los anillos como yo, así que le compré unos cuantos. Tengo muchas bolsas en mis manos, creo que es suficiente.

Imagino el rostro de Elizabeth viendo todo y me emociona, ver esa sonrisa podría hacerme sentir muy feliz.

Pov Lizzie.

Hace una hora que estoy sola en esta casa y aunque se siente una paz inmensa, falta ella caminando por aquí. Me encantaría tener contacto con T/n, pero literalmente me quedé sin nada cuando decidí alejarme de mi ex novio.

Pasan unos minutos más, me aburro, y no quiero salir ahora, se está haciendo de noche. ¿Algún día podré superar este miedo? Aún recuerdo ese momento, cuando huí de ellos.

Me acomodo en el sofá grande, abrazo mis rodillas, cierro los ojos y busco la manera de no pensar en ese momento. No puedo.

Escucho ruidos ¿son ellos? - No abras los ojos Lizzie, no los abras. - me digo a mí misma. ¿Cómo me encontraron? Intento respirar pero no puedo, mi corazón late muy fuerte y mis mejillas se mojan con las lágrimas que escapan de mis ojos. No puedo controlar esto. - Estás a salvo -escucho una voz en mi interior y me tranquiliza de a poco. - Yo te voy a proteger...Yo te voy a proteger... Estás a salvo, Lizzie... -me aferro a esa voz, lo escucho como un susurro, como si buscara la manera de calmarme- Hey... estás a salvo... Te protegeré... -Respiro profundamente, abro los ojos, miro a mi alrededor y no se encuentra nadie, sólo yo.
En ese instante se abre la puerta y el miedo disminuye inmediatamente, ella lleva varias bolsas en sus manos y cierra la puerta de una patada. Sus ojos encuentran los míos, deja las bolsas en el sofá individual y se acerca con preocupación.

- Hey, ¿estás bien? -se arrodilla frente a mí. Viaja por todo mi rostro buscando una respuesta- Estabas llorando... -su mano se posa en mi rostro izquierdo y su pulgar pasa con lentitud por mi mejilla. Su tacto me hace cerrar los ojos y disfruto de aquella caricia. - Si no quieres hablar del tema, está bien, pero no dudes en venir a mi, ¿de acuerdo? -murmura, asiento con una sonrisa mientras me hundo en sus maravillosos ojos.

- Gracias -susurro, ella retira su mano y lo reprocho por dentro. Me gustaría seguir sintiéndola.

- Ahmm... Fui de compras y... -se pone de pie y recoge las bolsas- Todo esto es para ti... -cierra los ojos fuertemente por unos segundos- Espero que aceptes porque no sé qué haré con ellas -suelta una risita y me entrega las bolsas. Son grandes, y veo que son marcas muy caras. La miro confundida - Sólo mira cada una, por favor -suplica y asiento.

No puedo creer todo lo que estoy viendo, son cosas de marca, muy caras y... ¿Todo esto es para mí?, ¿por qué? Remeras, pantalones, vestidos, perfumes, cosas de aseo personal, anillos, calzados, un...

- ¿Un celular? -la miro sorprendida y ella asiente sonriente. - Esto es demasiado.. -susurro mientras observo todo lo que me ha comprado- ¿Por qué haces esto?

- Por lastima no es, te lo aclaro de una vez -lo agradezco- No sabría explicarlo, sólo me guío por lo que siento y ya. No hay una razón específica. -me explica con calma- Espero que aceptes todo esto, de verdad.

- No... no puedo hacerlo, ya has hecho mucho por mi... No tengo nada para darte a cambio.

- No necesito nada a cambio, bueno... Puedes hacer algo por mi -entrecierra sus ojos y sonríe.