Hazlo.

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Pov T/n.

Abro los ojos lentamente y la luz me golpea tan fuerte que los vuelvo a cerrar.

- Uff, que horror -digo pasando mis manos por mi rostro.

- Por fin despiertas -la voz de Hailee. Intento abrir otra vez los ojos y con lentitud logro acostumbrarme a aquella luz.

- ¿Dónde estoy? -miro a mi alrededor algo confundida.

- Estás en una habitación de hospital, y esto... -me señala el suero- Es para que vuelvas a mejorar. ¿Por qué no te alimentabas bien? -me mira de forma preocupada.

- ¿No es obvio? -mi voz se rompe. - La extraño mucho Hailee, y no sé qué hacer porque... -mis lágrimas escapan de mis ojos y recorren por mis mejillas. - Mi padre... él fue quién mandó a que atropellaran... que me atropellaran pero se confundieron de persona y... mi novia tuvo la mala suerte de estar allí.. Es mi culpa, todo es mi culpa y... ustedes están en peligro.. me tengo que ir de aquí, tengo que alejarme -digo tratando de quitarme el suero.

- Oye, oye, no, no, no -Hailee evita que lo haga. Lucho con ella, hasta que me rindo y empiezo a llorar nuevamente. Sus brazos me toman. - Nada es tu culpa... -acaricia mi cabello. - Tú no te alejarás, de mí, ni de nadie -su abrazo se vuelve cada vez más cómodo. - Todo va a estar bien, tú puedes con esto cariño... No te dejaré sola, jamás. -quiero dormir y no volver a despertar. No puedo concentrarme en nada. Lo único que quiero es desaparecer y que todos sean felices.

¿Estaré destinada a ser infeliz?, ¿así siempre será mi vida?, ¿romperé y destruiré todo lo que toco?, ¿el amor disminuirá todo el tiempo?, ¿Dios me odia?

- Trato de dar lo mejor de mí. Sin embargo, creo que nada es suficiente. -digo después de varios minutos. - ¿Qué debo hacer Hailee? No tengo idea.

- Lo primero que debes hacer es pensar en ti, en tu salud... Si no te cuidas no podrás ayudar a Lizzie. Aunque no lo sepa, ella te necesita y mucho. -sus caricias me relajan. - Me dijo que eres una chica muy linda, sólo que le asustó todo lo que le contaste. -me alejo de su abrazo.

- ¿Eso te dijo? -asintió regalándome una sonrisa.

- Hablé con ella cuando el doctor te atendió y me dijo que estarías bien. Quería saber lo que había sucedido para que hayas salido de esa manera...

- No fue su culpa... La verdad es que necesito comer y descansar, nada más.

- Bien, estás dando los pasos correctos -Hailee me sonríe. Tengo la mejor amiga del planeta.

- ¿Ella está sola? -su sonrisa se borra y niega.

- Oh... ¿Mark? -pregunto y ella asiente. - Está bien, me gusta que Lizzie ría, y Mark tiene muchos chistes guardados. - Los ojos de mi amiga me miran fijamente, quiere decirme algo. La conozco. - ¿Qué pasa?

- No pasa nada, ¿qué tal si descansas?

- Es la segunda vez que evitas decirme algo, ¿me puedes decir lo que te asusta? -suspira rendida y toma mi mano.

- Me asusta perderte -la miro confundida. - Estabas tan feliz que... Yo no quiero que vuelvas a salir por las noches.

- ¿Qué te hace pensar que haré eso? Ya no soy la misma, prometí.. yo... yo tenía.. ahm... tenía novia y... -miro un punto fijo.

- Le prometiste no volver a hacer eso, sí, me lo contaste. Lizzie era la única persona que lograba detenerte.

- Sí... y seguiré así -juego con mis dedos. - No tengas miedo, no me vas a perder. -tomo su rostro y beso sus mejillas. - Tampoco quiero perderte, Hailee. Gracias por todo lo que haces por mí, gracias por estar aquí. Eres un ángel hermoso. -la abrazo con fuerza. Mis ojos están cansados y necesito dejar de pensar.

Aunque no sea conmigo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora