Pov T/n.
Le conté a Hailee lo que había sucedido, me hizo un escándalo pero al final logró entenderme un poco. Claro que me mandó a la mierda por no mandar a Lizzie, y al final se puso a llorar porque decidí cambiarme de ciudad.
Han pasado dos meses, Hailee es la única que sabe todo lo que ha pasado, ya sabe lo de Mark y Lizzie, ya sabe toda la mentira, y me siento acompañada.
Ahora estoy con Vanessa en San Francisco, hemos decidido mudarnos juntas, ella trabajará por aquí por unos meses y claro, yo conseguí un nuevo empleo.
Aquella noche no me despedí de Elizabeth, y me ha llamado, me ha enviado mensajes y lo he ignorado. Cambié mi número de teléfono, sólo Hailee y Vane tienen el nuevo.
Lloré mucho, claro que sí, porque a pesar de toda la mierda supe ser buena, y de tan buena que fui me convertí en idiota. Mudarme hizo que me diera cuenta de muchas cosas.
- Buen día -llega Vane a la cocina mientras termino el desayuno.
- Buen día rubia -sonrío mientras coloco dos tazas de café y platos con huevos revueltos en la isla de la cocina.
- Oh, huevitos, gracias -parece una niña pequeña cuando le preparo los desayunos. - ¿Tienes que ir hoy a la florería?
- Sí, la señora Ana no podrá abrir hoy porque no se siente bien. - Tengo el trabajo de cuidar plantas y venderlas. Es el mejor trabajo del mundo.
- ¿Ya la llevaron al hospital?
- Dicen que debe reposar, pero sabes como es ella. -la conocimos al llegar a San Francisco, esa señora es como mi segunda mamá y me ha dado trabajo sin haberme conocido del todo. Dice que tengo un aura bonita.
- ¿Quieres que te acompañe? - Vane ha sido una increíble persona desde que nos conocimos.
- No, debes ir al trabajo -entrecierro los ojos y la miro.
- Puedo ir luego, encima... sabes que me llaman cuando hay alguna emergencia. -su mirada es muy profunda. - Por favor -coloca esa cara de cachorrito y suspiro.
- Okay -ruedo los ojos y celebra. - Sólo porque eres muy bonita.
- ¿Soy bonita? -asiento y suelto una risita al ver como hace la cara más graciosa. - ¿Aún así te parezco bonita? -ella me hace reír siempre, no sé cómo lo hace, pero lo hace.
En el primer mes que llegamos aquí lloraba tanto, entonces ella tuvo la idea de todos los días hacer algo nuevo en la ciudad, sólo para verme lejos de toda esa tristeza y sensaciones negativas. Es un ser de luz.
- ¿Te vas uniformada? -pregunto mientras lavo los cubiertos que habíamos utilizado para el desayuno.
- Sí, ahora iré a cambiarme. Gracias por el desayuno. -me abraza por detrás y sonrío.
- Cuando quieras, tonta.
~~~
Una vez que llegamos y abrimos la florería, la gente empieza a ingresar y buscar sus preferidas. Hoy es un día tranquilo y agradezco que así sea.
- Señorita, buenas tardes, ¿tienen rosas blancas? -un señor de edad pero amable se acerca a Vane.
- Oh, disculpe, la chica linda de allí... -me señala. - Tiene la respuesta -dice y me hace sonreír.
- Gracias -el señor llega a mí sonriente y no dejo de mirar a la rubia que me observa desde el otro lado del local. Atiendo al señor y le doy sus rosas, el me agradece y desaparece por la puerta.
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Aunque no sea conmigo.
Fanfiction- ¿Estarías dispuesta a sacrificar tu propia felicidad por la de ella? -¡Eso es lo que hago para que ella sea feliz!