Aunque no sea conmigo.

No puedo.

Pov T/n.

Encontraron al monstruo que atropelló a Lizzie. Hoy me llamaron de la oficina de policías para una información importante, y tiene que ver con el idiota que dejó a mi chica en el hospital.

Lizzie sigue inconsciente, hoy hace 4 días. El doctor me ha dicho que posiblemente cuando despierte se encuentre desorientada o tal vez ella realmente no recuerde nada... Pérdida de memoria.

Lloré tanto, me siento culpable porque si no hubiese ido por el agua, tal vez ella estaría conmigo en casa feliz y abrazándome.

No he comido, ni dormido bien. Me quedo con Lizzie casi todo el día esperando a que abra sus ojos y me sonría como siempre lo solía hacer, que diga "hola amor" y me abrace con todo el amor del planeta.

- Señorita T/n, hola -parpadeo unas cuantas veces. Una mujer rubia me estrecha la mano. Recibo su saludo- Oficial Vanessa Shelly, estaré dándote información y necesito que se ponga cómoda -me señala su oficina. Ingreso sin decir nada, nos sentamos. - Conseguimos algo, ahm... esto, no sé si le afectará pero...

- Sólo dígame algo, por favor -estoy muy impaciente.

- Federico López, es el que atropelló a la señorita Elizabeth Olsen. Logramos atraparlo gracias a la pista que nos diste, funcionó que hubieras memorizado el número del vehículo. -me regala una pequeña sonrisa- Federico fue enviado por una persona de la cárcel, nos lo confesó -me tenso. No, no puede ser. - ¿Te suena el nombre George? -asentí con tristeza y enojo. Hijo de puta.

- Es... mi padre.

- Oh... -escribe algo algo en una hoja suelta- ¿Te molestaría hablar de esto luego conmigo? Sé que ya declaraste, pero necesito saber lo de tu padre. No contaste esa parte.

- No, porque no sabía que era él, y sí, no hay problema con hablar de ello.

- Bien... -creo que fui muy fría. No me importa. - A lo que iba, supuestamente a George iban a matarlo, pero le dieron la oportunidad de elegir...

- No entiendo, ¿elegir? -mi voz se rompe.

- Otro miembro de la cárcel, James, amenazó a George diciendo "tú eliges... te mueres tú o muere tu hija." Creo que por un asunto de cuentas, aunque... no tiene mucho sentido igual. Federico fue enviado por James, y James le dijo a Federico que el pedido era de George -lee una nota que tiene en su escritorio. -me quedo mirando un punto fijo. No escucho a la oficial.

Mi propio padre me ha querido matar para salvar su propio culo. No sé el porqué me sorprende tanto si siempre fue un idiota.

Dejó a mi novia en cama, dejó a Lizzie tan mal que por su culpa ella no despierta y, podría no reconocerme.

Mis puños se cierran con fuerza, mi mandíbula se tensa, las lágrimas se escapan rápidamente y mi corazón duele. Maldito seas George.

- Voy a matarlo -me pongo de pie y salgo con mucho enojo. Esto es lo que sentía cuando veía injusticias, cuando trabajaba de noche.

- Hey, no, no, nadie va a matar a nadie -siento la mano de la oficial en mi pecho.

- ¡Casi mata a mi novia! -grito y los demás oficiales me miran. Están en alerta.

- Tranquilos, ella está algo alterada -la oficial calma a sus compañeros. - Mírame, señorita T/n... -toma mi rostro- Mírame -mi respiración no es normal. No puedo respirar. - Inhala... -trato de copiar lo que hace pero no puedo mantener mi mirada en ella. Veo a mi chica en sus ojos, estoy alucinando.

- No... no puedo -digo con dificultad.

- Sí, sí puedes... vamos, una vez más, mírame -esta vez una de sus manos se queda en mi pecho. - ¿Sientes el calor de la palma de mi mano? -asiento mientras respiro como ella. Su mano masajea con delicadeza mi pecho y busco la manera de sólo sentir eso. - Bien, concéntrate en eso. -no sé qué fue esto, no sé qué es lo que pasó... Nunca llegué a pasar por esta situación, nunca me costó respirar.