Mentiroso.

294 31 13
                                    

Pov T/n.

Ingreso al hospital con toda la actitud, quiero verla, quiero recuperarla. Estoy muy nerviosa.

Llego a su puerta e ingreso con lentitud, veo a Mark sentado, nuestras miradas chocan y se pone nervioso.

- T/n, hey, ¿cómo estás? -se pone de pie y mis ojos van a la chica rubia que está mejorando muy pronto. Se ve tan linda.

- Hola Mark -le sonrío. - ¿Puedo hablar con Lizzie? -miro a ambos y asienten.

- Estaré afuera -mi amigo le dice a mi novia. Ella sonríe y asiente.

Camino lentamente hacia la silla que está a su lado y siento su mirada en mí.

- Hola -digo con miedo, mientras la observo.

- Hey, hola -su voz me hace sentir una electricidad. - ¿cómo te encuentras? Puedes sentarte -me señala el asiento.

- Gracias -digo y me siento. - Estoy bien, ¿y tú? Veo que los moretones están desapareciendo.

- Sí, ya era hora -suelta una risita. Oh, esto es tan incómodo, ¿por qué? - Me contaron que te desmayaste... ¿en serio estás bien? -la noto preocupada y mi corazón se vuelve loco.

- Ahm... sí, sólo necesitaba descansar y comer algo. -sonrío tímidamente y asiente.

- ¿Por qué no lo has hecho?

- Estuve enfocada en algo más importante -digo mirándola.

- ¿Qué sería más importante que tu salud? - tú, y tú. - ¿Ya has comido hoy?

- Sí, no te preocupes -digo algo tímida.

- Me preocupo por ti, aunque no te recuerde. -confiesa y le regalo una sonrisa débil. - ¿Cómo éramos? -pregunta, dejándome algo sorprendida. Inesperado.

- ¿Cómo éramos?

- Si, bueno, eres... mi novia, ¿no? -asiento y me sonrojo.

- Bueno... éramos muy unidas... nos queríamos mucho y, disfrutábamos al máximo la vida. -su sonrisa me hace suspirar.

- ¿Hacíamos cosas de novias?

- Sí -suelto una risita. - A veces tú te levantabas y me hacías el desayuno, otras veces lo hacía yo... Cocinabamos juntas, íbamos de compras, habían luchas de almohadas, cosquillas, teníamos citas... -me tenso un poco. La última cita robó su memoria.

- ¿Cómo llegamos a ser novias? -la noto muy interesada.

- Te cuento. -le sonrío.

Le comenté todo lo que ella quería saber, la escuché reír, la vi sonrojarse, la vi sonreír... Ella ha querido saber de nosotras, de mí, de todo lo que hemos vivido y la esperanza puede que esté creciendo de a poco.

Ella recuerda a sus padres, y a su ex novio, pero no recuerda lo que pasó desde allí.

- A veces me siento frustrada, triste, enojada... porque no recuerdo cómo era mi vida, pero créeme que esto me ayuda a sentirme mejor porque sé que estoy rodeada de gente que me quiere de verdad.

- Me hace feliz saber que esto puede ayudarte -no dejo de mirarla, es muy bonita. - Todo mejorará, ya verás. -nos miramos fijamente y en ese mismo instante sentí que todo estaba bien. Sus ojos me miraban como antes, eso fue lo que sentí.

- Toc, toc -escuchamos decir a Mark mientras asomaba su cabeza. - ¿Ya han hablado? Es que, extraño a la rubia accidentada. -dice y Lizzie suelta una risita mientras sus ojos brillan. Siento mi pecho apretarse.

- Sí... ya hemos hablado -digo algo seria. - Los dejo... -me pongo de pie, pero siento la mano de Lizzie tomar la mía. ¿Esto está pasando?

- No te vayas... -sus ojos verdes me suplican, me derrito ante su toque. - Lo siento Mark, pero hoy necesito estar con ella. -no dejo de mirar su mano tomando la mía. - ¿Te puedes quedar a dormir conmigo? Bueno, ahmm... sé que será incómodo dormir en la silla...

- Sí -digo sin dejar que terminara. - Me quedaré... -vuelvo a conectar con sus ojos y su sonrisa me ilumina la vida. - Mark, no te preocupes, me quedaré con ella. -Mark asiente algo extraño, y se despide de ambas.

- Gracias -susurra y asiento embobada. - Mark me contó como nos conocimos tú y yo -dice y sonríe. Oh, olvidé comentarle eso, pero me alegra saber que Mark lo ha contado. - Así que, nos conocimos en un parque... -mi sonrisa desaparece y frunzo el ceño. - Sí, Mark me ha dicho que hemos chocado y derramaste mi café, entonces fuimos por uno nuevo. - No entiendo el porqué mintió, pero la veo tan sonriente ahora que no quisiera apagar su alegría.

- Oh, sí, lo recuerdo -digo nerviosa.

- Sí, y también que encontramos un perrito chiquito, pero pudimos llevarlo junto a su dueño. -dice mientras me observa lentamente.

- Claro, lo recuerdas muy bien -suelto una risa y disimulo. Contarle sobre cómo nos conocimos... Nunca me lo preguntó, y nunca se lo conté porque no estaba lista. Ella está pasando por muchas cosas y contarle que casi fue... no. ¿Será esa la razón por la que Mark mintió?

- ¿De qué color era el perrito? -pregunta interrogante. Oh, oh.

- Ahmm... era...

- Hola, hola -escucho la voz de Hailee. Dios, gracias, gracias, gracias.

- Hey, Hailee -digo sonriente, me pongo de pie y la abrazo. Siento la mirada de Lizzie, que fuerte.

- Hola Lizzie -Hailee saluda y la rubia deja de mirarme por fin. ¿Me ha descubierto? No, no lo creo.

- Hola Hai -dice mientras sonríe.

- Sólo pasaba para saber si estabas bien, pero veo que te encuentras en buenas manos -la pelinegra me sonríe. - Mañana ya sales de aquí, ¿no estás contenta? -observa a Lizzie.

- Sí, muy contenta, ya no quiero dormir en ésta camilla tan incómoda -dice y suelto una risita.

- Mañana vendré a buscarlas, ¿de acuerdo? -asiento mientras Hailee sonríe. - Okay, iré a tu casa para mantener todo en orden.

- Oh sí, toma la llave -digo y ella me detiene.

- Ya tengo una copia -la miro levantando las cejas. - Perdón, adiós -dice y sale corriendo de la habitación.

- Hailee Steinfeld -grito y escucho reír a Lizzie. Oh, mi hermosa Lizzie. - Es una tonta. -río con ella y nuestros ojos vuelven a conectarse. Su mirada puede controlar cada parte de mi ser.

- Bonitos ojos -susurra y me sonrojo. - Oh, lo siento... -aparta su mirada y siento un vacío.

- Tú también tienes unos bonitos ojos, y no lo sientas -confieso mientras noto como arruga la nariz. Ese gesto, mi perdición.

- Gracias -dice como una niña pequeña.

- ¿Puedo preguntarte algo? -si no lo pregunto, no podré dormir.

- Claro, dime.

- ¿Mark te contó como ustedes se conocieron? -ella asiente.

- Sí, ¿por qué?

- ¿Me cuentas la historia?

- Oh... ¿no lo sabes?

- No lo recuerdo muy bien -me siento nuevamente en la silla.

- Okay... Mark dice que él me salvó de personas malas -frunzo el ceño pero luego disimulo. - Me drogaron.. entonces él me llevó a su casa... -maldito seas Mark. - No quiero pensar tanto en ello, pero lo importante es que él estuvo allí... fue como mi héroe -sonríe.

- Ya lo recuerdo... -digo mirando un punto fijo. - Lo recuerdo muy bien.

Aunque no sea conmigo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora