Pensamientos intrusivos

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El fin de semana se fue volando, del mismo modo que el resto de la semana entera, que estuvo llena de tareas y algunas exposiciones. Y YN estaba contenta, pues pronto vería a TK, solo faltaban dos días.

La joven de orbes dorados solo tenía una sola clase en la mañana, por lo que salió temprano de la universidad. Era medio día, y se encontraba de camino a uno de los restaurantes cerca a su casa como de costumbre, puesto que no le apetecía cocinar la mayor parte del tiempo.

El clima era frio, sin embargo, la ropa de lana que llevaba puesta la protegía muy bien, cuanto amaba los abrigos anchos en temporadas como esas.

YN miraba al cielo mientras caminaba con tranquilidad, recordando ese hermoso capitulo anterior de su web comic favorito. Amaba leer finales felices, pero admitía que una buena dosis de suspenso y terror le agrandaban emoción a su tiempo de lectura literaria.

Recientemente estuvo leyendo sobre el amor entre un joven y una chica, donde él se obsesionaba con ella de manera enfermiza, acabando con la bonita relación que había construido al principio de la historia, fue tanto su obsesión que su juicio se nublo, y con los sentidos apagados por el instinto, acabo con la vida de la persona más preciada para él. Le dio escalofríos cada uno de los actos que cometió ese chico, pero eso era lo atrapante de aquella lectura... ver situaciones que no pasarían en la vida real, y menos a ella, jamás se metería con alguien así de retorcido.

—Al menos tuvo su merecido y sufrió las consecuencias...

YN suspiro, dejando una estela de su aliento cálido y salió de su ensueño. Ya estaba frente al pequeño restaurante, así que entro y saludo con alegría al joven que se encontraba tomando un pedido cerca a la entrada.

—Hola Harry ¿Qué tal?

—Oh, Hola YN, justo a tiempo — dijo con una cálida sonrisa, marcando los hoyuelos en sus mejillas pálidas— Estoy bien gracias ¿Tu día como ha ido?

—Bien, no me quejo la verdad jeje, hoy el día está bastante frio, así que puedo usar mi saco favorito— respondió, bajando la mirada a su atuendo y enseñándolo con orgullo.

­—Se te ve muy bien — dijo, guardando la pequeña libreta donde anotaba los pedidos, luego se acercó a YN — la ropa que traes hoy te hace ver linda ¿Ya te lo dijeron?

—¿E-En serio? Gracias, normalmente nadie nota mis atuendos, piensan que son muy apagados y poco llamativos.

Harry arrugo un poco la frente y se cruzó de brazos, provocando que se le marcaran los músculos. YN apretó los labios y desvió la mirada a otro punto, estaba segura que su rostro la delataría si admiraba más de lo normal.

"Tengo hambre, me muero de hambre y por eso vengo a comer. A nada más ¿Ok?"

—Pues debo decir que no importa la ropa que uses, tú la haces lucir bien, así que no te preocupes ¿Esta bien?

Esas palabras hicieron que YN se tragara sus pensamientos y se quedara en silencio un momento, no esperaba escuchar a Harry darle una opinión sobre su forma de vestir, además, que fuese positiva.

—Jeje Traeré tu comida junto con este pedido ¿Ok? Dame unos minutos, ve tomando asiento donde quieras.

—¡Gracias!

Desde que comenzó a ir todos los jueves almorzar en ese lugar, entablo una linda amistad que va a lo "cordial" con ese chico, quien era el que se encargaba de traerle su comida, ahora sin tener que pedirla, así de bien la conocía. Cada vez que lo veía, se le hacía más apuesto, y eso solo provocaba un leve sonrojo en las mejillas de YN.

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