Futuro Robado

Capítulo 15

En ocasiones a Mónica la habían tomado por tonta, porque se mantenía callada y analizaba las cosas. Se habían intentado aprovechar de ella cuando había comenzado en la música, de hecho lo habían hecho, su propio marido, pero eso fue inexperiencia y demasiada confianza. A base de golpes Mónica había aprendido a callar, analizar y hacerse valer. Le había costado mucho esto último, la muerte de su hermano, ese fue un detonante para decir basta, no más.

Desde que había perdido la memoria había callado y había analizado, había observado, murmullos cuando estaba cerca entre Óscar y Aitor que quedaban en silencio cuando ella llegaba. La sonrisa triste de su hijo cada vez que Óscar y ella discutían. A veces, le parecía atisbar culpabilidad, Aitor se sentía culpable de su accidente y Mónica no quiso preguntar el porqué.

Durante el viaje de vuelta de Roma había estado en silencio, notaba la mirada de Madelaine en ella, pero ambas se quedaron calladas, aunque no fue un viaje incómodo, era un viaje lleno de paz. Aunque, mientras Mónica la miraba en silencio, analizaba todo lo que había descubierto ese día. Le había quedado claro sin tener que preguntar que en algún momento había vuelto a ser una figura pública, pues su presidenta de club de fans había comentado que hacía seis meses se cancelaba todo, por lo que había estado cantando hasta su accidente, no había tenido ese retiro de veinte años que ella había creído y Óscar le había dicho. Había nombrado a Vane, ella lo había comentado, así que sería su representante, Óscar no la representaba sino que era otra persona, y Mónica apostaría a que se trataba de la rubia que había conocido en la playa. Cuando había estado con aquel grupo, se había sentido integrada al momento, ¿y si era porque ya los conocía? Tenía sentido, Madelaine la conocía de antes.

Pero la mujer que tenía delante suya la desconcertaba, la atraía como hacía tiempo no se sentía atraída por una mujer, cuando la miraba a los ojos la creía sin saber por qué, pero sus actos la confundían. Le daba la sensación de que a veces estaba interesada en Aitor, pero después cantaba y mostraba un dolor y una sensibilidad que era evidente que estaba enamorada aún de esa otra persona, pero al mirarla a ella, había un revoltijo de emociones en sus ojos, a veces la miraba con tristeza, otras con alegría, cariño, nostalgia, incluso en ocasiones al posar desnuda para ella había podido leer el deseo en sus ojos.

-¿Cómo nos conocimos? -preguntó Mónica de repente

-La primera vez que nos vimos estabas comiendo con tu gran amor, Ana Milán, saludé a Ana y ella nos presentó. Unos días después, chocaste conmigo cuando iba a un programa y me echaste el café encima, esa misma noche coincidimos de nuevo ya que nos hospedábamos en el mismo hotel, me invitaste a cenar para compensarme

-¿Yo hice eso? -Mónica la miró escéptica, nunca había sido muy sociable y dudaba que invitase a una desconocida a cenar

-Sí, a mi también me sorprendió, estuvimos hablando..., y bueno, coincidimos a veces en ese hotel y, poco a poco, comenzamos a conocernos, quedar...

-¿Hace cuánto que nos conocemos?

-Cinco años

-Por eso Unai te conoce y sabe tus rutinas

-Sí, cuando estaba en Villa Naranjo salía conmigo a correr por la playa

-¿Villa qué?

-Mierda, es cierto, en tu mundo aún no has comprado la casa...

Mónica volvió a sumirse en el silencio haciendo caso omiso al dolor de cabeza que tenía. Se despidió de Madelaine en cuanto llegaron.

Madelaine al llegar comenzó a recoger todo, a pesar de lo extraño que había comenzado el día no había sido un mal día, un gran día de despedida en realidad, había pasado todo el día con Mónica, aunque hubiera sido respondiendo sus preguntas, pero había visto esa chispa de mujer inquieta y con ansias de saber que conocía. Prefería tener aquel recuerdo como último que verla junto a Óscar. Al día siguiente la recogerían por la mañana y aquella sería la última vez que vería a Mónica, porque en esta ocasión le diría adiós para siempre.