C03

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Cuenta la leyenda que hace cientos de años, existió un reino, gobernado por un hombre que los impulsó a alcanzar sus mayores riquezas. Pero, ¿cómo lo  hizo?, ¿estaban sus manos limpias o no? Eso al pueblo no le interesaba.

En este reino no existía hambruna, ni sequía, ni pobreza. Era un lugar soñado en el que todos querían vivir, gobernado por un rey, que todos querían que los gobernase.

Pero cuenta leyenda que este reino quiso expandir sus tierras, llevaron sus ambiciones más lejos, "Desde donde el sol sale, hasta donde el sol se oculta". Así que empezó expandirse como una plaga maligna. Dejando caos, dolor y destrucción a su paso.

Bueno, al menos esto es lo que cuenta la leyenda y lo que le contaban los padres a sus hijos que se portaban mal.

Creando así, la llamada  "MAFIA MITÓ" una leyenda y nada más.

Y esto era lo que volvía esta Mafia la más poderosa e indestructible "Su invisibilidad".  ¿Cómo destruir algo que no existe?, Una mafia que todos y a la vez nadie conocía.  Denominado dentro de las mafias como "Padre mafia".  Ya que las mafias más poderosas que dominaban al mundo, eran gobernadas por la Mafia mitó.

Pero siempre hay hijos rebeldes ¿no?, mafias que dieron la espalda e intentaron destronarlos (inútilmente) y que lo seguirán intentado.

Cada mafia necesita una cabeza o perderá su valance.

Milán, Italia.
Di'varti Enterprise

—No no no, esto debe de ser una broma— Exclamaba este pobre omega que estaba apunto de entrar en un crisis existencial.— Estoy muerto, me va a matar.

Estaba a punto de tirarse del último piso, hasta que vio una luz cerca del ascensor "Maximus virga" Mano derecha de Jungkook, encargado de administrar el buen funcionamiento de la empresa y quien sabe que cosas más. Única persona que podía acercarse al Diablo sin miedo a quemarse.

—Max, Max, Max.— le gritaba mientras se acercaba a él a paso rápido— La mía salvezza, Max. Te deberé la vida, si me salvas esta vez.

Y Max no hizo más que ignorarlo. Y es que este omega llamado Suno, no daba más que problemas. Solo hacia llegar y ya tenía una historia nueva que escuchar.

Suno era un principiante, solo tenía 4 meses en la empresa, era bueno en lo que hacia, pero a veces, Simplemente la cagaba.

Max era una persona reservada y callada, pero no tímida. Siempre tenía un aspecto de "No te acerques" y eso todos en la empresa lo respetaban. A excepción de Suno, que se rehusaba a llamarlo por su apellido o nombre completo y siempre lo llamaba "Max", como si él fuese su hermano pequeño. 

—Max, per favore. (Max, por favor)

— Está bien, Suno. Dime cuál es el problema ahora.

—Hay un problema con los informes de la reunión de hoy.

—¿Hablas de la reunión a la cual me dirijo ahora mismo? ¿Esa que empieza en 40 minutos?

—Si— dijo sin más. — Estaba imprimiéndonoslos pero mi computadora se apagó de alguna manera  y cuando la encendí el documento ya no estaba.

—Descansa en paz, Suno.— le dijo, dibujando una cruz en el aire.— Prometo asistir a tu funeral.

Y Suno entró en pánico. —Sé que puedes ayudarme.— Le dijo, con las manos en rezo y las rodillas flexionadas, casi de rodillas. Para Suno era mejor esto, que darle la cara a Jungkook.

— Bien. Pero que sea la primera y última— Le sermoneó. —Sabes perfectamente que Ahmed no tolera ni perdona los errores.

>> Pero por cualquier cosa, ¿prefieres las flores blancas o amarillas?— bromeó y luego se fue dejando a Suno hecho un caos de nervios.

Cautivo | Kookv (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora