C14

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Jungkook (11 años).
Milán, Italia.

Jungkook estaba regresando a la mansión después de un largo día de entrenamiento y combate. El heredero en la línea debía tener buena técnica de pelea. Y sí, era muy joven para pensar en sangre, pelea y supervivencia, pero eso a su abuelo no le importaba.

Al entrar se percató de que había más ruido del normal, pero decidió ignorarlo. Una voz lo detuvo.

— ¿A dónde vas?— preguntó el Sr. Amerigo.

— Emm... Acabo de regresar de entrenar abuelo. Iré a descansar un poco— Jungkook respondió.

— No. No lo harás— se giró —. Ven conmigo.

Jungkook obedeció y lo siguió.

Bajaron hasta el sótano. Los ruidos que antes había escuchado ahora se escuchaban más claros. Eran gritos de dolor. Para él fue normal. Su abuelo a veces solía utilizar ese lugar para cometer todas sus atrocidades.

— Por favor... ya... basta— escuchó decir a un débil hombre ensangrentado y amarrado con cadenas.

— Padre, ¿por qué lo trajiste aquí?— preguntó el padre de Jungkook al percatarse de la presencia del menor. El padre no tenía más opción que estar ahí, pero para él, Jungkook sí la tenía.

— Debe de aprender. ¿No es así, campeón?— acarició su cabello. Jungkook no respondió.

— Padre, no es necesario que esté aquí. El trabajo ya está terminado.

— No. No aún. Este malnacido debe de pagar. Y su último castigo, será la muerte.

— No. No por favor. Ya les dije que soy inocente. Yo no soy el infiltrado, no revelé nada. Tienen a la persona equivocada— el hombre intentaba defenderse.

— Cierra la boca— le lanzó una daga que se clavó en su brazo derecho. El hombre gritó de dolor—. No te pedí que hablaras.

Jungkook miraba estupefacto. Sabía lo que sucedía, lo que hacía su abuelo. Pero nunca lo había presenciado personalmente.

— Por... favor. Tengo una familia. Tengo hijos. Tenga piedad Sr. Amerigo.

— Si vuelves a hablar, te cortaré la lengua. Y agradece que solo arrebaté contra ti y no contra tu estúpida familia— sacó el arma que tenía guardada en su cintura—. Acepta tu destino— apuntó.

— ¡NO!— Jungkook se colocó frente al arma— Dice que es inocente. No lo mates.

— Hijo, no. — el padre intentó evitar los movimientos de Jungkook, pero ya era muy tarde. Jungkook ya estaba entre el arma que sujetaba su padre y el malherido hombre.

— ¿Cómo te atreves a interferir de esta manera, pequeño mocoso?— caminó hasta estar frente a Jungkook—. Aún tienes el corazón muy blando— estaba enojado—. Arreglemos eso.

Giró el arma en su mano y se la ofreció a Jungkook— Tú ganas. No lo mataré— sonrió maliciosamente—. Tú lo harás.

— Padre... — Jelmo intentó interponerse.

— Quieto— Jelmo se detuvo. Jungkook seguía estupefacto mirando el arma. No sería capaz—. ¿Por qué no tomas el arma, Jungkook?

— No lo haré— le lanzó sin mas.

— ¿Qué no qué?

— No lo haré. No lo mataré. No haré tal cosa.

El abuelo tomó su mano y lo obligó a sujetar el arma. Sacó otra arma y apuntó a Jelmo.

Cautivo | Kookv (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora