C10

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La Sra. Jeon entró al salón, cerrando la puerta tras ella. El sonido de los tacones era lo único que se escuchaba.

Taehyung intentaba definir quien era esta mujer. Definitivamente no era un sirviente, la ropa costosa y las joyas en abundancia que corgaban de su cuello, lo dejaban más que claro.

Un vestido de encaje que caía hasta sus rodillas, y unos tacones cerrados punta de flecha. Todo de diseñador, cosas que Taehyung solo había visto lucir a los famosos, y a los modelos de costosas marcas.

Además del ego y la arrogancia que destilaba su ser.

— ¿Que? ¿te comió la lengua la lengua el ratón?— La señora Jeon se acercaba a pasó lento a él.

— Yo no tengo nada que decirle. Sin embargo, su rostro me dice, que usted a mi si.— A Tae no le importa quien fuera esta mujer.

— Ah, con que puedes hablar.— Raejin terminó de acercarse y se detuvo frente a él.— Por tu acento perfecto, es evidente que eres nativo de corea. ¿Que te trajo a nuestro hermoso país?

La risa amarga de Taehyung resonó en el salón, y la ira de Raejin se activó. — ¿Que me trajo aquí? no sera ¿quien?

— ¿Mi hijo te trajo?— "Su hijo", dichas palabras retumbaron en su mente.— No será que tú viniste como la perra arrastrara que eres.

— Este es el último lugar en el que quisiera estar.

— Supongo que todo esto es por dinero ¿no?, se ve que eres de la clase más baja existente. ¿Cuanto quieres?

Oh no. Él ya estaba secuestrado, ahora solo faltaba que esta mujer viniera a intentar denigrar sus raíces.

— ¿Dinero? Yo no necesito su asqueroso dinero, manchado de desgracia. — El castaño se levantó del asiento para irse. Pero cuando iba a empezar a caminar hacia la salida, la mujer empuñó su cabello, jalandolo hacia atrás, haciendo que Taehyung cayera sobre sus rodillas.

— ¿A donde crees que vas, mocoso insolente? Estoy hablando contigo.— La señora apretaba su agarre cada vez más.

— Son una familia de lunáticos.— Taehyung
Tenia su mano sobre la de Raejin, intentado que lo soltara.— Suélteme vieja lunática.

— TÚ, maldito bastardo.— Raejin jaló de su cabello hacia atrás, obligando a Tae a dejar caer su cabeza en dicha dirección.— Interrupiste mis planes, y eso...— Jaló mas hacia atrás para quedar justo al lado de su cara.— Eso se paga con sangre.

>> Dime, ¿cuánto quieres para que desaparezcas? Estoy siendo bondadosa al ofrecerte una alternativa a parte de la muerte.

Por un momento, Tae pensó que sería buena idea aceptar. Al menos podría salir de ahí, pero luego entro en razón.

Saldré, pero no de esta manera.

—Te vas a arrepentir de haberte interpuesto en mi camino.— Raejin estaba tan concentrada en Tae, que no se dio cuenta que alguien más había entrado en la habitación.

Se sobresaltó al sentir una profunda voz tras ella.

— Te doy dos segundos para que lo sueltes, y estoy siendo bondadoso.

Raejin lo soltó de golpe. — Jungkook hijo, ¿que haces aquí? Crei que... estarías en la compañía.

— Y por esa razón, decidiste irrumpir en mi mansión, hacer con los empleados lo que quisieses, y amenazar a Harat.

Al escuchar esto, Tae quería contraargumentar contra esto, pero no parecía buen momento. La mirada de Jungkook ardía mas que el mismo infierno, y su voz parecía una daga bañada en el veneno mas mortal existente.

Cautivo | Kookv (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora