C40

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La confianza: Si buscas su definición en un diccionario, te dirá que es la esperanza y fe permanente que alguien tiene en sí mismo, o en los demás, pero si dejas que la vida misma sea quien te dé esa definición, te dará la definición más dolorosa que pueda existir. La vida está repleta de riegos, y tú decides si eres el cobarde que no lo intenta por no fracasar, o si arriesgarlo todo. Cuando confías, pones lo más valioso de ti en manos de alguien, esperando que multiplique tus esperanzas, o que las queme como el fuego al papel, das algo, esperando que no te lo regresen roto.

Jungkook estaba de pie, mientras mil recuerdos pasaban frente a él, como si estuviese viendo los últimos segundos de su vida, porque eso es lo que estaba pasando, estaba muriendo por dentro, poco a poco, recordando cada "Te amo", cada caricia, cada latido, mientras transpiraba, no por haber corrido, sino por las últimas palabras que había escuchado del omega: "lo siento". Estaba intentando encontrar respuestas, razones, pero tenía la mente en blanco, y el corazón en rojo. Cómo si Taehyung lo hubiese sanado, para provocarle una herida más fuerte, una de la que no podría sanar, jamás.

— Ahmed...— llamó Max a sus espaldas, pero él no volteó—. ¡Ahmed! — Jungkook lo escuchaba lejos, como una canción a punto de terminar— ¡Jungkook!

La voz de Max se ligó a sus recuerdos de la voz del omega, gritando su nombre, gimiéndolo, llorándolo.

— Tú me dijiste— le empezó a decir sin girarse—, que tenía que vivir mis propias experiencias, ¿cierto?

— Ahmed...

— ¡ESO ME DIJISTE!, cuando te pregunté si estaba siendo un idiota por volver a confiar en él, eso fue lo dijiste— volteó hacia él.

— Sí, eso fue lo que le dije— Max miró sus puños y notó como los apretaba, con mucha fuerza, como si intentara concentrar toda su ira en un solo lugar, logrando incluso, sacarse sangre.

— Pues ya lo hice, ¿y sabes cuál fue la conclusión a la que logre llegar?— Max esperó con cautela las últimas palabras del alfa—, que mi padre siempre tuvo la razón.

Max había escuchado todo, al igual que Mattia.

— Tiene que pensar con la cabeza fría, Ahmed.

— Después de una traición así, solo existen dos caminos que tomar, y todos saben, cuál tomaré yo. 

Jungkook intentó avanzar, y pasar a su lado, para, ¿regresar a la fiesta?, pero cuando lo intentó, cayó de rodillas a su lado, sus rodillas estaban débiles, su mente y corazón, iban en picada.

— Jungkook— se apresuró hacia él— ¿Se siente bien?— Max no sabía cómo actuar, ya que nunca lo había visto enfermarse siquiera.

— No... no estoy bien— expresó con la voz rota y la cabeza cabizbaja, como si quisiera enterrarla en el piso—. Tal vez no debí... entregarle tanto, tal vez...

— Escuche Ahmed, debe levantarse, y con lo poco que le queda, luchar, porque eso es lo que quieren, verlo débil, verlo destruido.

— Ese es el problema... no existe, ni siquiera una pequeña parte de mí, que no le pertenezca— Max vio como una gota de agua cayó al suelo, y pensó qué tal vez, era sudor, pero la verdad era, que el alfa nunca sudaba. El alfa no pudo hacer más que palmearle la espalda, porque esa era su mejor técnica de consuelo.

— Ahmed...Tenemos al objetivo— indicó Max, interrumpiendo el silencio en el pasillo.

— ¿Qué?— levantó la mirada.

— Logramos capturarlo, o más bien, él se entregó.

— ¿Quién es?— interrogó dudoso.

— Usted debe verlo por sí mismo.

Cautivo | Kookv (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora