Su subconsciente le enviaba señales de alerta que su cuerpo no respondía. Estaba realmente perdiendo la cordura.
Su mano estaba sobre el brazo de Jungkook mientras que la del azabache sostenía su mandíbula, profundizando el beso cada vez más.
El beso dejó de ser suave y pasó a ser salvaje. Sus cuerpos parecían querer más, y no saciarse con lo mucho que le estaban dando. Se separaron en busca del oxígeno que el beso les había arrebatado, sin alejar sus rostros, nariz con nariz. Sus cuerpos jadeantes, y sus labios sedientos de más. Jungkook lo arrebató nuevamente. Esta vez más agresivo, lo jaló hacia él, sosteniéndolo de la cintura. Tae intentaba igualar la intensidad pero le era imposible.
— Deten...te— Intentaba decir Tae.
Pero Jungkook en vez de frenarse parecía acelerar más.— Que la Diosa Luna me castigue si llego a hacerlo.— Bajó hasta su cuello.
Tae gimió por la sensación eléctrica que esa acción envió a su cuerpo. Se sentía cada vez más encerrado del deseo carnal que estaba sintiendo su cuerpo. Por la necesidad de responderle al alfa.
Jungkook coló sus manos debajo de su camiseta. Estaban frías, muy frías, pero se calentaron inmediatamente por la respuesta de su cuerpo.
Sintió algo que hace tanto no sentía y se obligó a recuperar la razón.
— Para, para.— Se alejó de él.
Jungkook lo miró. Sintió una bocanada más fuerte de su aroma que desapareció al instante. Vio cómo un flash de color pasó por su iris. — Taehyung tu...
Jungkook no pudo decir nada porqué Tae se dio la vuelta y empezó a correr hacia la mansión. Taehyung corrió hacia la mansión como si alguien lo persiguiera. Se encontró con Mattia en las escaleras.
— No lleves de cenar.— Mattia intentó responder pero Tae no le dio tiempo. Lo único que quería hacer era encerrarse.
Tae llegó a la habitación. Corrió hacia el tocador y se miró al espejo. Estaba vuelto un desastre. Sus labios y cachetes estaban rojos por la intensidad y agresividad del beso.
Pero eso no era lo que específicamente miraba. Se miraba directamente a los ojos, no logró ver lo que estaba intentando ver, pero lo podía sentir. Esa sensación que hace tanto no sentía. Esa intensidad en sus entrañas, esa sensación en sus partes. Esa necesidad de... Sentir a un alfa. Entró al baño corriendo y se metió debajo de la ducha sin quitarse la ropa.
— No puedes hacer esto.— Golpeaba la pared.— No puedes hacernos esto. Por favor. Estamos bien como estamos. Así estamos a salvo.
Después del baño se relajó un poco, pero seguía sintiendo esa... necesidad.
— Tal vez si me duermo amanezca mas calmado.
Se recostó en la cama intentando conciliar el sueño. Luchando con las sensaciones que le impedían ser razonable. Sin darse cuenta, se había logrado quedar dormido.
Estaba transpirando. Tenía mucha calor. Sus ojos se abrieron repentinamente.
— Te necesito.
Jungkook intentaba trabajar. Ya era casi media noche y el no lograba sacar de su mente el encuentro con Taehyung. Mucho menos el fugaz pero dulce sabor de la bocanada que tuvo de su aroma. Seguía impregnado en sus papilas gustativas como si se lo hubiese bebido tal cual vino.
Sabía que el primer aroma era canela, más el segundo aún intentaba descifrarlo. Flores, pero... ¿Cual flor? No parecía ser ninguna que haya olido antes. La puerta de su despacho se abrió y volvió a recibir esa bocana de aroma, pero esta vez no desapareció como estrella fugaz, se mantenía intacto. Esa flor desprendía un aroma dulce y a la vez a... tulipanes. Pero no lo era, aunque se parecía, el aroma venía siendo totalmente diferente.
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Cautivo | Kookv (omegaverse)
RandomTaehyung tuvo la mala suerte de estar en el lugar equivocado y en el momento equivocado. Vivió en una pesadilla después de ser secuestrado por un Mafioso que lo declaro como suyo. Hasta el día que Gong yoo cometió el error de dejar que su cautivo fu...