Cautivo | Kookv (omegaverse)

C33

Jungkook salió del punto de encuentro como siempre lo hacía, dejando caos y destrucción a su paso. Con la cabeza siempre firme y la mirada fija hacia delante. Destilación esa esencia asesina que obligaba a cualquiera que estuviera cerca de su radar a inclinar la cabeza, por respeto o tal vez, por temor. Sus feromonas estaban demasiado intensas, tanto, que las personas a su alrededor dejaban (disimuladamente) de respirar y aún así, sentían que les quemaba las fosas nasales. Estaba molesto, claro que lo estaba. El círculo se había atrevido a intentar suprimirlo del poder y eso solo significaba una cosa.

Los guardias del lugar le abrieron las puertas y el salió sin dirigirles si quiera la mirada. vio a Max a lo lejos y se terminó de acercar.

— ¿Cómo le fue Ahmed?— le interrogó mientras le abría la puerta del auto y lo veía subirse.

— No quiero hablar sobre eso ahora mismo.— fue lo único que le escuchó decir.

Max le ordenó al chofer bajar del coche ya que sintió las feromonas del alfa que estaban demasiado fuertes, y el chofer no lo soportaría. Además para evitar cualquier accidente en caso de que Jungkook volviera a perder el control de su lobo. Max conducia mientras Jungkook guardaba silencio, y sus feromonas no parecían querer ceder a relajarse.

— ¿Crees que estoy siendo un idiota, Maximus?— cuestionó de repente, Max lo miró a través del retrovisor pero el alfa mantenía su mirada en la ventana. Que no tuviera un aparato electrónico en las manos ya era demasiado extraño, ya que que el alfa era adicto al trabajo y siempre estaba manejando dichos aparatos por uno o por otra razón.

— ¿A que se refiere con eso, Ahmed?— dirigió su mirada nuevamente a la autopista.

— Volver a confiar en él, ¿Crees que eso me convierte en un idiota?— su voz sonó rasposa.

— Hasta donde tengo entendido él ya fue sincero con usted. Últimamente... lo está intentando. No creo que si estuviese mintiendo fuese tan tonto como para ser capaz de quedarse en la boca del lobo.

— Mi padre siempre decía: Confía dos veces, y lo único que obtendrás es un significado diferente de la traición.

— Su padre era un hombre muy sabio, Ahmed. Pero a veces debemos darnos la oportunidad de vivir nuestras propias experiencias, y no vivir de las experiencias vividas por alguien más. Nunca sabrá si se equivoca o no, si no lo intenta. De mi parte le puedo decir que es mejor vivir con la estaca que con la duda.

— ¿Sabes que es lo peor?, que nunca he dudado de él. Aún cuando lo estaba apuntando con aquella arma, y le gritaba que me dijera la verdad, aún así, yo confiaba en él. Aún cuando me dijo que su plan era matarme, aún así, confiaba. Toda mi vida he estado rodeado de traición, venganza y sufrimiento, pero desconozco el porqué, he entregado toda mi confianza en alguien que ha estado ligado con los rebeldes.

— Tampoco debería confiar demasiado, Ahmed. Entregarse tanto a alguien inmoderadamente puede dejarlo expuesto al peligro.

Suspiró— ¿Qué has encontrado en la nueva investigación?— preguntó cambiando el tema pero siguiendo en el mismo.

— Lo mismo, Ahmed. Las investigaciones siguen arrojando los mismos resultados. Kim Taehyung, veintitrés años, maestría en marketing, huérfano desde los catorce años y corredor de carreras clandestinas, secuestrado en diciembre del año pasado. Hasta cierto punto Taehyung está limpio. Nunca se le vio involucrado con la mafia, ni rondando al rededor de ellas, salvo varios compañeros de clase que si pertenecían a la mafia, pero él no tenía ningún tipo de vínculo con ninguno. No iba a fiestas, no tenía amigos... tenía una vida relativamente normal.

>>Èl está limpio, lo que sí perece estar contaminado es su alrededor. Su madre... usted ya sabe lo qué pasó con su madre. Y en cuento a su padre, no hemos logrado dar con ningún tipo de información acerca de él. Es como si nunca hubiese existido. Sabemos que existe porque Taehyung lo ha dicho, pero para el resto del mundo, parece ser invisible. Incluido el mismo Taehyung me afirmó que no sabía quién era exactamente su padre.