Una cosa era llorar de tristeza y otra de rabia, todo mi cuerpo sentía la tensión, quería salir y golpear al idiota que la lastimo pero
—Yo puedo hacelo hemano— las lágrimas en sus ojos y la evidente molestia por no poder alcanzar el tarro de brillantina
—Te ayudaré Rouse, soy tu hermano mayor— ella bufo molesta
—Fueon 9 segundos Jacob, solo 9— suspiré agotado y dí un paso hacia atrás para delarla intentarlo y que después me ruegue por ayuda
Pero... No contaba con que si alcanzará el tarro y nos llenará de brillantina y pintura
Entonces mi madre entro y nos vio como el desastre que éramos si la niñera no está
Ella ahora sí puede alcanzar el tarro de brillantina
—Jacob— la pelirroja me observa desde el marco de la puerta, me quedo admirando su belleza unos segundos y por un instante olvidó mis problemas y solo pienso
—Joder, ese vestido se vería mejor lejos de tu cuerpo— me doy una bofetada mental al analizar bien lo que dije, ni siquiera pude mantener mis pensamientos alejados de mi boca
—Eres un pervertido Jacob Evans— soltó una sonrisa. Era la primera vez que la veía sonreír luego de que mi padre llamo a decirme lo que le habían hecho a Rouse
—Ella...— deje la palabra al aire para que Tam la respondiera
—Acabo de llegar. Noah la trajo a casa... Deberías bajar— asentí con la cabeza. Quería ir pero no podía, me dolía verla, su mejilla morada y los golpes en su cuerpo me torturan
Tamara se acercó y me dejó un beso en la frente, acaricio un poco mi mejilla y sin decir ni una palabra tomo mi mano y me saco de la habitación
—No quiero, no puedo Cerise...
—Es difícil para todos Jacob, pero lo es aún más para ella, y se que ahora mismo necesita que todos nosotros estemos unidos para cuidarla y apoyarla. A mí también me duele verla así, no tienes ni idea
Tome aire y lleve mi mirada al techo, deje que mis lágrimas de rabia se secaran y luego baje a la sala para encontrarme con toda la familia reunida
Mamá, papá, tía Jessi, el abuelo Anthony, tío Estefan, tía Julie, el primo Ed, la prima Alison, April, Darían, Sofia, Noah y
—Rouse— luego de decir su nombre todos giraron sus rostros para verme
—Hermano.
Nuestras miradas se conectaron, sentí entonces lo que había sentido el día que desapareció
—¿Estás bien Jacob?— un dolor en el pecho me hacía sentir ganas horrorosas de llorar, mi garganta ardía y por alguna razón mis muñecas se sentían tiezas, dolía moverlas
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Maldito Romance: Locos de Amor (#3)
RomanceLibro 3 de la saga "Maldito Romance" para leer este libro debes leer los dos primeros ________ Vivir bajo la sombra de la inigualable diseñadora de moda Laura Evans y su amado esposo el CEO de la mayor agencia de entretenimiento es más que tener un...