—Es una broma ¿No?— niego, llevo 5 minutos intentando amarrar mis tennis, estamos en medio del gimnasio mientras esperamos que lleguen las demás chicas. Agradezco al cielo que tanto el equipo femenino como masculino tienen gimnasios separados. No tengo que verle la cara el día de hoy —Rouse, responde
—Ya te dije lo que pasó Tamara, estoy molesta y solo quiero sentarme a llorar pero ya lo hice una vez. No lo haré nuevamente, no me dejaré derrumbar tan fácil— cuando por fin termine de arreglar el nudo de mi zapato me levanté y comencé a trotar alrededor de la cancha, tenía que despejar mi mente y el entrenamiento me ayudaría
—No te cierres Rouse, no lo hagas otra vez, por favor, no conmigo— me detengo, se a lo que se refiere, ella no puede permitir que toque fondo porque sabe lo que sucederá
—¿Que quieres que diga? ¿Que quieres que haga Tamara?— mi pecho sube y baja luego de darle 3 vueltas al gimnasio
—Llora, desahógate, dime cuánto daño te hizo para poder ayudarte— una lágrima baja por su rostro
—Me vas a dejar Tamara, te vas a ir y me dejaras, tengo miedo, estoy muy asustada, estoy enojada, quiero ir y matar a Santiago pero se que no puedo hacerlo, no ahora, tiene que sufrir y de ahora en adelante será como mi maldito saco de boxeo porque me daño por dentro al igual que Noah, ¿Por qué lo hizo? ¿Acaso hice algo malo? ¿Me lo merezco?— ella niega con la cabeza dejando que sus lágrimas recorran sus mejillas rosadas
—No, no lo mereces. Es por eso que ahora yo me encargaré de hacerle pagar
—Somos adolescentes Tamara, nosotras solo deberíamos preocuparnos por las notas, por el baile, por el vestido que usaremos y por la maldita graduación— deje de llorar y me acerque a ella
—Somos como Hinata y el rey de la cancha ¿Lo recuerdas?— ella sonríe y me mira
—Tu eres el maso de mi ogro— le doy un abrazo que se que ambas necesitábamos desde hace mucho tiempo, nuestra relación fue decayendo lentamente con el tiempo
—Estaremos bien, te lo prometo, aunque vayas a RAMA, aunque yo me quedé aqui, seguiremos siendo el alma gemela de la otra— recibí un asentimiento de su parte y un beso en mi frente que estaba llena de sudor, gesto que ella hace aunque tenga harina en aquel lugar, no importa, solo lo hace porque sabe que me gusta. Un beso en ese lugar significa mucho más para mí que uno en los labios
—Llegaron temprano, eso es bueno— la entrenadora se acerca y nos mira — Mañana es el partido contra las panteras, quiero que estén concentradas, ellas ya nos ganaron una vez y por culpa de eso estamos en segundo lugar en los 10 mejores equipos de país
—Ya tengo el equipo pero no voy a dejar a Vanessa como titular, usted se dió cuenta al igual que yo su desempeño en el partido de ayer, no pienso tener ese tipo de errores en mi equipo— ella guarda silencio por unos instantes
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Maldito Romance: Locos de Amor (#3)
RomanceLibro 3 de la saga "Maldito Romance" para leer este libro debes leer los dos primeros ________ Vivir bajo la sombra de la inigualable diseñadora de moda Laura Evans y su amado esposo el CEO de la mayor agencia de entretenimiento es más que tener un...