Libro 3 de la saga "Maldito Romance" para leer este libro debes leer los dos primeros
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Vivir bajo la sombra de la inigualable diseñadora de moda Laura Evans y su amado esposo el CEO de la mayor agencia de entretenimiento es más que tener un...
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Noah se fue con Jacob
Estafan, el abuelo y mi padre están en el despacho
Tia Jessi, tía Julie y mi madre están conversando en una esquina
Tamara llevo a Alison por un bocadillo en la cocina
Y yo estoy aquí en medio de dos preadolescentes que sin lugar a dudas se gustan pero no lo admiten
—¿Y prácticas algún deporte?— April es una niña muy suspicaz, es honesta y no le da miedo decir lo que piensa pero, últimamente la veo tan diferente
—Asi es, soy jugador de basquetbol— dejo de observar a April para ver a Ed, aunque nuestras madres no son hermanas de sangre de corazón si lo son pero no creo que a mí Tía Julie le agrade mucho saber que su hijo coquetea con mi hermana, Jessica siempre supo que Tamara y Jacob saldrían porque entre ellos había un cariño especial pero...
—Eso es genial— me metí en la conversación —¿Y por qué juegas al básquet? ¿Tiene algún motivo en específico o simplemente te gusta?
Una mirada baja, un atisbo de duda al hablar y frotar entre si sus manos es obvio lo nervioso que se puso por mi pregunta
—Me comenzó a gustar y empecé a entrenar. Es todo— suspiré cansada, esto de socializar no se me estaba dando bien y no tenía ganas de ponerle psicología a Ed para que me contara la verdad, soy chismosa pero ahora mismo estoy agotada
—Bueno, ahora mismo estoy cansada y seguramente tu no tienes deseos de que te saque la verdad, así que me voy a mi habitación. Cuando llegue Tamara con Alison dile que suba— me levanté del sofá e hice el recorrido para ir a mi habitación, en el proceso me encontré con una conversación bastante intrigante
—Entonces no solo cometiste múltiples asesinatos sino que llevaste a un chico con futuro prometedor a hacerlo contigo— la voz de Estefan resonaba por toda la habitación
Suspire y como si no me importaran las consecuencias entre
—Entonces ahora son criminales, supongo que es el término más cortes que puedo decir— los hombres dentro de la habitación guardaron silencio
—Rouse, está es una conversación de adultos— mi abuelo intervino
—¿De adultos o de hombres?— remarque la última palabra para que supieran lo molesta que estaba, ellos más que nadie sabían quién era y cómo actuaba
—Rouse— susurró Estefan
—Una visita sorpresa, es gracioso, demasiado gracioso porque eso me recuerda tantas cosas— su cuerpo se tensó, sabía que no le convenía meterse conmigo
—¿La tuya también fue una visita sorpresa?— mi abuelo me observaba con temor a decir algo equivocado —No me mires así, es una simple pregunta, que yo sepa sus secretos más oscuros no quiere decir que vaya a hacer algo con ellos, somos familia
