Libro 3 de la saga "Maldito Romance" para leer este libro debes leer los dos primeros
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Vivir bajo la sombra de la inigualable diseñadora de moda Laura Evans y su amado esposo el CEO de la mayor agencia de entretenimiento es más que tener un...
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—Será mejor que ya estés lista o me enojare demasiado— ni el rayo McQueen fue tan rápido luego de recordar que tenía un compromiso con Jacob
—Estoy afuera en 5 minutos— contuve mis ganas de llorar al darme un golpe en el dedo chiquito de mi pie derecho
—¿Estás bien?— su sonrisa burlona me daban ganas de propinarle un golpe en la cara y luego besar sus labios
—Callate— cuando por fin encontré mis shorts y mis botas corrí a peinarme el cabello
—¿A dónde vas?
—Jacob y yo vamos a una fiesta, dice que quiere salir como los viejos tiempos— luego de desenredar mi cabello y hacer unas ondas ligeras para no verme tan simple tome mi bolsita de maquillaje y salí del baño
—Pensé que nos quedaríamos juntos y veríamos una película— susurra con un tono demasiado decepcionado para mí gusto
—Si te portas bien y te mantienes alejado de la perra que tienes en casa te daré un regalo— antes de que pudiera responder a mi proposición Jacob comenzó a tocar el claxon del auto frenéticamente —Tengo que irme cariño, no olvides darte una ducha y salir por donde entraste
—¿Cariño?...
Me detuve en seco, ¿Eso salió de mi voz?
—¿Que?— intenté hacerme la que no sabía
—Me llamaste cariño— una sonrisa pícara se asomaba en sus labios
—No, yo jamás...
Su boca hizo contacto con la mía logrando un beso maravilloso, mis piernas temblaron pero no me caí gracias al fuerte agarré de Noah
—Tengo que irme— dije apartandome un poco de su cuerpo, cuando volví a escuchar el claxon tome todo entre mis manos para salir
—Cuidate mucho y mándame un mensaje cuando llegues a casa cariño
Mi corazón se saltó un par de latidos y sentí un revoltijo en el estómago, asentí ante lo que dijo y baje a toda prisa hasta el garaje
—Odio esperar— refunfuña Jacob
—Yo odio que seas un impaciente— respondo cerrando la puerta del auto y preparando todo para hacer mi maquillaje
—Veo que aún te gustan los riesgos— sonríe al verme sacar mi delineador sin aún arrancar el auto
—Obviamente— terminó con uno de mis párpados
—¿Podemos irnos ya?— pregunta divertido
—Hermanito, no creas que está es la primera vez que me maquillo en un auto— le doy una ligera sonrisa al recordar cuando mi madre conducía el Bugatti de papá mientras yo me hacía un perfecto delineado gráfico
