Capitulo 10: Un viaje, un viejo amigo y dos casas diferentes

921 80 7
                                    

—Rouse, ¿Hoy si vas a ir al instituto?— Mi padre me observaba desde el sofá de la sala cuando me vió con intenciones de salir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Rouse, ¿Hoy si vas a ir al instituto?— Mi padre me observaba desde el sofá de la sala cuando me vió con intenciones de salir

—Si, creo que ya me siento mejor— dije con una leve sonrisa

—Pues no, hoy tu y yo iremos a un lugar, empaca tus maletas porque nos vamos de viaje— abrí mis ojos y luego solté una carcajada, él aún estaba serio por lo que supuse no era chiste

—¿A dónde vamos?— pregunté

—Ya lo verás— suspiré y subí a empacar la maleta como él me lo había pedido, me puse un conjunto de sudadera gris algo ancha y me recogí el cabello con un ganchito

—¿Lista?— él tenía el mismo conjunto que yo, le sonreí y asentí

Llevamos las maletas al auto y mientras él conducía yo ponía la música, el sonido de la música inundó el auto

—¿Mago de Oz?— su sonrisa me transmite paz y resulta contagiosa —Mmmmm, creo que es Fiesta Pagana

—¿Crees?— dije divertida, él solo dejo de responder porque se dispuso a cantar a todo pulmón

—Ponte en pie, alza el puño y ven
A la fiesta pagana, en la hoguera hay de beber
De la misma condición, no es el pueblo ni un señor
Ellos tienen el clero y nosotros nuestro sudor
Ponte en pie, alza el puño y ven
A la fiesta pagana, en la hoguera hay de beber
De la misma condición, no es el pueblo ni un señor
Ellos tienen el clero y nosotros nuestro sudor

Vale vale...— comenzamos a cantar juntos a todo pulmón, éramos él y yo una vez más, siempre fue así

Llegamos al aeropuerto, estaba esperando a que anunciarán el vuelo que nos llevaría a nuestro destino el cual aún no sabia pero por alguna razón tenía una idea

—Vamos, es hora de abordar— fruncí mi ceño al notar que no notificaron el abordaje de nuestro vuelo

—Pero...— intenté hablar pero él no me lo permitió

Al subir al inmenso avión estaba completamente vacío, entrecerre los ojos en su dirección

—No quiero que se dañe la sorpresa— no lo voy a negar, el tiempo que pasamos en el avión fue simplemente de otro nivel

—Te gane, empiezo a creer que soy un genio en este juego— era la tercer ronda de parques que jugabamos y él seguía ganando

—De que sirve, mamá siempre será la reina del juego— dije burlonamente

—Es cierto, recuerdo cuando la conocí, solo pensaba en jugar— la forma en que mi padre siempre hablaba de mamá era envidiable, recuerdo que de niña los admiraba

—¿Cómo es que después de tanto años aún sigues tan enamorado de ella?— la pregunta salió de mi boca sin darme cuenta

—Pues, realmente no lo sé, me sentía cautivado por ella, es una mujer fuerte, que siempre quiso salir adelante y lucho contra todo para lograr sus metas, aunque no logrará llegar a ser la pianista que quería ser— tomo aire y siguió —Laura tuvo que pelear batallas internas para poder ser la mujer que es ahora

—¿Que tipo de batallas?— el bichito de la curiosidad me pico y quería saber más

—Eso es algo que le corresponde a tu madre contarte— soltó una carcajada ante mi puchero

Una azafata de acerco a avisarnos que estábamos por llegar por lo que nos abrochamos los cinturones para el aterrizaje

—Sean ustedes bienvenidos a Colombia— la azafata dió el anuncio por el altavoz a lo que mi padre demostró con una mala cara lo inconforme que se encontraba, yo solo podía reírme de él

Mire a través de la ventana el panorama, la ciudad se veía inmensa y a la vez pequeña

—¿Por qué Colombia?— le pregunté con duda

—Todo a su tiempo— dijo él

Al salir del aeropuerto un taxi nos llevó a un hotel, la habitación era grande y cómoda, intenté sacarle información a mi padre pero me resultó una misión imposible

—Muy bien, vamos— fue lo que dijo mientras salía del baño

Lo seguí hasta la recepción donde nos encontramos a un señor casi o incluso más alto que mi padre

—Cameron, amigo— aquel hombre se acercó y abrazo a mi padre como si de su hermano perdido se tratase, yo solo observé la escena como un personaje secundario

—Rouse, te presento un viejo amigo mío— aquel hombre me observó y luego tendió su mano en un gesto de saludo, yo lo acepte y me presenté

—Un gusto, Rouse

—El gusto es mío, me llamo Ethan— sus ojos eran de un color miel, realmente hermosos y su cabello claro, seguramente era de la misma edad que mi padre ya que eran amigos pero, se veía algo joven

Mi padre cortó la conversación y quedaron de reunirsen en otro momento

—Fue un verdadero placer conocerte Rouse, espero verte en otro momento— me dejó un pequeño beso en la mejilla y se fue

—¿Rouse?— no fue sino hasta que mi padre me saco de mi pequeña nube se pensamientos que reaccione

Mi padre alquilo un auto para poder ir a nuestro destino, manejó por un buen rato hasta llegar a un inmenso conjunto residencial, las casas eran enormes y hogareñas, todo era muy lindo y familiar podría decir

—¿Por qué me has traído aquí?— él solo detuvo el coche frente a una enorme casa donde en el patio de enfrente jugaban unos niños

—En esa casa vivía tu mamá cuando tenía 19, y yo llegue a vivir en aquella— señaló una casa justo en frente —Entre a la academia RAMA solo para estar con ella, obviamente tuve que pasar un examen de admisión y mostrar mis habilidades con el piano, pero, todo eso lo hice por ella, porque la amaba incluso antes de que ella lo supiera

Observe ambas casas, una de ellas estaba llena de juguetes y dos niños jugando, uno era un poco más grande que él otro. Mientras que en la otra solo se veía un jardín muy bien cuidado y una fachada hermosa, amabas casas eran tan diferentes pero a la vez tan parecidas, para mí fue fácil visualizar a mi madre viviendo en una casa y a mi padre viviendo en otra, conviviendo pero a la vez no

—¿Por qué me estás mostrando esto?— lo mire a los ojos, estaban algo brillosos y por ellos se asomaban unas pequeñas lágrimas —¿Papá?

Mi corazón se apretujo al imaginar cosas que no quería pensar

—Mi niña, no quiero verte sufrir, no quiero verte llorar, puede parecer que sonrió a cada momento pero... Me duele ver qué mi pequeña llora por un hombre que no la merece— siento un nudo en la garganta, odio la sensación de ver cómo mi padre llora y es peor si llora por mi, solo lo ví destrozado una vez

—Te amo papi, nunca lo olvides— lo abrace fuerte, no quería separarme de él, sentía que si lo hacía lo perdería, él era mi héroe, mi pilar, mi calma

—Yo también te amo mi linda princesita...

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

Aquí estoy yo nuevamente con
un nuevo capítulo para ustedes

El siguiente capítulo será
para Noah, se vienen sorpresas

¿Que fue ese momento tan
Random con Ethan y Rouse?

Déjenme saber que opinan, eso es
todo Habichuelitas

Nos vemos en el próximo capítulo :)

Maldito Romance: Locos de Amor (#3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora