Libro 3 de la saga "Maldito Romance" para leer este libro debes leer los dos primeros
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Vivir bajo la sombra de la inigualable diseñadora de moda Laura Evans y su amado esposo el CEO de la mayor agencia de entretenimiento es más que tener un...
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Lo único de lo que se habla por los pasillos del instituto es sobre la desaparición del liberó, un miembro importante del equipo masculino de voleibol
—Es extraño, técnicamente desapareció el mismo día que te secuestraron— una de las porristas por poco grita al mundo entero la opinión que nadie le pidió
—Extraño es que te importe tanto, Anna— respondí serena mientras Tamara me llevaba rumbo al gimnasio
—¿Crees que la policía lo sepa? Seguramente el instituto puso la denuncia de su desaparición y es demasiado arriesgado que lo sepa la sabandija— se a que se refiere, Santiago lleva desaparecido dos semanas y de las pocas personas que saben la verdad sobre su paradero está Vanessa
—No lo sé Tamy, solo se que debemos concentrarnos en el partido que se aproxima contra las Panteras— hablé con mi padre sobre el tema de Vanessa y prometió encargarse de eso, por esa misma razón quiero concentrarme en los partidos que se avecinan y en los intercolegiados que llegan dentro de un mes, todas han estado entrenando duro con excepción de su capitana, quien ha faltado a los entrenamientos por lo que sucedido con su vida recientemente
—Solo prometeme algo
—Dime
—No quiero que los problemas relacionados con la ley los afecte a ti o a tu hermano, se los riesgos a los que se enfrentan y por eso mismo decidiste abandonar las carreras y enfocarte en el voleibol pero... Yo sé que tarde o temprano terminarás regresando y está vez será más difícil salir, más aún luego de los crímenes que se cometieron con Santiago
—No quiero hablar de eso ahora Tamara, entiendo perfectamente como te sientes pero por el momento necesito concentrarme en los entrenamientos y en los exámenes del trimestre— la pelirroja suspiró derrotada y me observa unos segundos
—Confío en que tú padre se está encargando de todo lo relacionado con Santiago y tu amigo se encarga de las carreras— asiento para que deje de preocuparse. Ella aún no sabe sobre la carrera de la última vez y no sabe que existe alguien más intentando invadir mi territorio con más insistencia luego de ganarle a Mailyn (la americana que quiere ser asiática)
Al llegar al gimnasio la entrenadora me hizo la señal de que me acercara, intenté hacerme la que no ví nada pero me resultó imposible y al final cedí, no estaba mentalizada para un regaño, pero si lo estaba para asumir las consecuencias de mi falta de entrenamiento
—Casi un mes sin venir y cuando por fin los haces intentas escapar de mi— usa ese tono que odio, el tono de estar calmada pero por dentro quiere fusilar al primero que la contradiga
