Maldito Romance: Locos de Amor (#3)

Capitulo 24: ¿Saltamontes? ¿No es un grillo?



—Estas muy triste— ella se ríe, sus ojos miran las estrellas en el cielo mientras yo solo puedo mirarla a ella. La roca gigantesca en la que estamos recostados es un poco incómoda pero eso no importa. Con solo verla a ella la incomodidad se va

—No lo estoy, solo observó el cielo— dice divertida, aunque yo sé que no es verdad

—Esta bien, creo en...

—Y si algún día dejas de amarme, ¿Me lo dirás?— su interrupción no me molesta pero si me sorprende. El cambio repentino de conversación me toma desprevenido

—No...

—¿No? ¿Por qué? Eso sería muy cruel de tu parte— ella hace un puchero

—Porque nunca dejare de amarte, es tan simple como el hecho de que hoy te amo más que ayer y mañana te amare mas que hoy— respondí mirándola a sus hermosos ojos café

—Eres tan cursi que me dejas sin palabras Sr Sonrisa perfecta— su tono serio me hizo darme cuenta que habla en serio —Quisiera amarte con la misma intensidad pero me da miedo, aún tengo miedo y no de lo que sientes por mi, sino, de lo que puedo sentir por ti, tal vez del poder que te estaré dando sobre mi

—Es el mismo que yo te estoy dando sobre mi

—Eres un Bête

—Soy el Bête de un lindo saltamontes— ella suelta una carcajada y me mira

—¿Por qué me llamas así?— la duda en su rostro

—Eres la bloqueadora central, una de las mejores rematadores de tu equipo y déjame decirte que podrías ser muchísimo mejor que Lucas, me quedo claro al verte jugar con la malla de los chicos— una lágrima bajo por su mejilla y mis alarmas se activaron por lo que me acerque a su rostro para verla a los ojos —Y también porque me recuerdas al bichito que aparece en Mulan

—Pero, ese es un grillo, no un saltamontes— se burla

—Tenia que ser original, demás eres como mi saltamontes de la suerte, al igual que aquel grillito para Mulan

Sus labios tocan los míos dejando un cálido beso

(Muy bien, mejor les doy el contexto de porque terminamos encima de una gran roca mirando las estrellas)

6:37 pm

—¿Y a dónde iremos?— pregunta Tamara con curiosidad brillando en sus ojos. Jacob está a su lado, con un brazo al rededor de su cuerpo

—Tengo algunas ideas, pero estoy seguro que ustedes dos ya pensaron en algo— ambos se ríen y asienten

—Los demás quedaron de seguirnos en sus autos, están dispuestos a darse una aventura— la sonrisita de Rouse me llena de alegría el corazón, definitivamente conocerla fue lo mejor que me pudo pasar, aunque la primera impresión no fuera buena

—Yo manejo— dice Jacob quitándome las llaves de la mano

—Es mi auto, así que, yo manejo— intento quitárselas sin éxito alguno

—Dejen de ser unos infantiles, mejor vamos adentro— Rouse estaba en el asiento de atrás y Tamara adelante, era oficial, había perdido contra Jacob

Él me saca la lengua en modo infantil y se sube al auto, al mismo tiempo que yo lo hago y le enseño el dedo corazón

—Muy bien, vámonos ya

La música junto a los chistes tontos de Jacob mantenían un ambiente agradable y divertido, sin duda alguna sentí una sensación de calidez, como si fueran la familia que nunca tuve