Libro 3 de la saga "Maldito Romance" para leer este libro debes leer los dos primeros
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Vivir bajo la sombra de la inigualable diseñadora de moda Laura Evans y su amado esposo el CEO de la mayor agencia de entretenimiento es más que tener un...
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—No me mires así, yo solo obedecía las órdenes de papá— no había terminado de acercarme a mi hermano cuando ya estaba poniendo sus excusas
—Era algo que no era de su incumbencia. Todo lo relacionado con Noah y conmigo no les concierne— ataque molesta
—Sabes perfectamente como es nuestro padre, Rouse, eres y siempre será su consentida, él no dejaría pasar lo que sucedió frente a la casa— rodé los ojos molesta
—Él ama a todos sus hijos por igual, no digas tonterías...
—Si claro, ahora siéntate hasta que te lo creas
—Eres un fastidió
—Y tu una mocosa mimada
—Y tu un sensible romántico
—Y tu una insensible alérgica al afecto
—¿Que está pasando aquí?— tanto mi hermano como yo guardamos silencio al escuchar la voz de mamá
—Nada, solo liberamos tensiones— respondió Jacob
—Si— apoye la idea de Jacob
—Que interesante... Por un momento creí escuchar insultos de parte de ambos
—No es así— la corte —Solo platicábamos
—¿Que sucede?— preguntó tajante, su tono de voz serio y su mirada gélida me hicieron entender que por más que quisiera hacerme la dura ella era mi madre y de ella aprendí todo lo que se
—No vinieron a verme jugar, vinieron a hablar con Noah, a joderle el partido y a fingir que les interesó ¿Golpearlo antes de un partido tan importante como lo es este?
—Las cosas no son así, la intención siempre fue venir a verte jugar. Al menos esa era la mía, si te vas a enojar no lo hagas conmigo porque perderás Rouse. Habla con tu padre y deja el comportamiento caprichoso, todo tiene un límite y lo estás sobrepasando
Sin decir una palabra más se alejo dejando el eco de sus tacones
—Habla con papá, no solo se trata de tu relación con Noah. Estamos hablando de los negocios de papá y los enemigos que eso trajo consigo— él también se alejo dejándome sola
Regrese a la cancha donde los chicos estaban jugando. El marcador estaba a favor de las cobras con 22-19
—¿Dónde estabas? Te perdiste la mayoría del primer partido— exclamó Tamara con una sonrisa
