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No quiere regresar.

El simple pensamiento de volver a casa lo perturba. ¿Con qué descaro sería capaz de mostrar su pútrida presencia ante su familia?

Es la primera vez en su larga vida que siente algo que nunca antes sintió. Miedo... tiene miedo al rechazo por culpa de su alma destruida, ahora imperfecta. Se había esforzado tanto por alcanzar el respeto y grandeza que le hacía temido y respetado. Pero él, en un segundo, acabó con todo lo que ha construido.

Recordar el horror que sintió al sentirse inferior lo asquea. En este lugar ya no queda nada, ni siquiera cenizas. Había vencido, y ahora es líder de todo. No obstante, no muestra triunfo, ni mínima emoción.

Solo mira el vacío, con su mente hecha un revoltijo mientras sus manos se aferran fuertemente al mango del tridente. Su cuerpo permanece inmóvil, aun temblando a pesar de que intenta no hacerlo.

"Patético..." se dijo a sí mismo. Por primera vez en su vida, siente repudio hacia su persona. Cierra los ojos, apretando los puños mientras muerde su labio para no gritar.

Frustración, rabia, odio, pesar...

Debe volver a su hogar, por más que vergüenza que esto le da.

Una parte de él quiere, anhela, desea con todas sus fuerzas el fingir que nada de esto pasó. Despertar en su palacio, como si todo hubiese sido una pesadilla.

Puede sentir el calor sofocante rodear su cuerpo. El volcán ruge, tiembla sin que él lo pida. El coloso va a despertar, de eso no tiene duda. Aquel territorio no lo quiere en el lugar, por lo cual, a pesar de sus molestos temblores, se apresura a salir del antiguo templo.

No mira hacia atrás. Oye el volcán llorar por la caída de su señor, pero no importa ya.

Para él, todo puede irse a la reverenda mierda.

"Tu orgullo te levantará. Pero algún día has de pagar."

Al estar cerca de su territorio, se detiene.

Intenta suspirar, pero hasta las palabras son llevadas por el mar. Mira su cuerpo una vez más, sin ocultar su asco y vergüenza. Su ceño se frunce al sentir algo en su interior, que, poco a poco, salía de su cuerpo de forma penosa. Los harapos no ocultan todas las marcas que recorren su cuerpo, y a eso se le añade la herida en su costado, que hacía tiempo había dejado de sangrar

Su cuerpo se siente cansado; suplica que se dé un descanso. El desgaste, no solo físico sino también emocional, lo ha debilitado. De manera inconsciente cae de espaldas, acabando recostado sobre unas algas. Sus manos siguen apretando el tridente. Tiene la agobiante sensación de sentirse asediado, observado. Sus parpados empiezan a cerrarse sin que él lo desee. Intenta luchar para mantenerse despierto, mientras que hace un gran esfuerzo por mantener firme sus manos en el arma.

No quiere dormirse, no sabiendo que, al cerrar los ojos, vuelve al mismo punto una y otra vez.

Recuerdos fugaces de su niñez vuelven a su mente. Sus labios se tuercen en una mueca al darse cuenta del vacío que se genera en su interior. Se siente solo, desamparado.

Lucha por no sentirse pequeño ante sus propios sentimientos; los pensamientos que inundan su mente le gritan al oído, deseosos de que, más temprano que tarde, sucumba en su ensoñación para expresar lo que tanto odia demostrar.

"No quiero estar solo." cae ante las primeras palabras, removiéndose forzosamente sin saber qué hacer. Su cuerpo permanece inmóvil, siendo su boca la única parte con movimiento. Un suspiro entrecortado sale de sus labios al oír otra voz, más insistente, gritando a su oído.

No quiere oírlo.

No quiere aceptarlo.

Pero su mente ha tomado libre albedrío.

"Los necesito..."



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Dos capítulos, wiiiii. Aproveché estos días sin internet para escribir, a pesar de que al final salió como una cagada.

Como ya avisé en la primera parte, estas letras son tipo acróstico. Técnicamente me faltan tres letras para terminar, pero, como ya se ha visto, sólo son subidos cada tres capítulos.

*yo aguantando las ganas de decir el contexto*

O sea, se entiende lo que este sushi quiere en el capítulo. PerooOoOoo, si no se entendió:

Poseidón necesita a sus hermanos, porque en su niñez siempre estuvieron (a pesar de que este los trata de la verga). Todo esto no cuadra con el canon, ajá; está vulnerable, y por más orgulloso y necio que sea, no puede evitar extrañar y querer pedir ayuda a sus hermanos.


En otro chisme.

#horadelchisme

#ratachisme

Yo dije hace dos capítulos (creo) de que mi relación amorosa se estaba desmoronando. Bueno, hace poco he tomado la decisión de darle un fin. Yo lo quiero, sin embargo, no sé si lo llegué a decir, pero yo, desde incluso antes de que él se enamorara de mi persona, he hecho un esfuerzo por ser notado y mantener la relación.

A mi me vale verga lo material, me conformo con el afecto o saber que esa persona reconoce mi existencia y me considera su pareja. Pero, a mi no me gusta la falta de comunicación, lo cual ha sido un gran problema. Yo me preocupo, por más personalidad culera que tenga.

*Poseidon be like*

Siempre busco estar presente o dar una mano si es que él lo necesita. Sin embargo, este mismo pone trancas al decirme que no me quiere decir porque, según, no quiere que la gente se preocupe o porque no es importante. Ya, ya; sé de privacidad y cuando alguien no quiere ser indagada, pero yo lo hago de buena fe.

O sea, lo hago para que este sepa que tiene a alguien que está dispuesto a escucharlo. Porque digo, si el me "escucha" (cosa que dudo puesto a que siempre me deja en visto) es obvio que también debo dar de mi parte. Uy no, me dan ganas de meterle un gran putazo por pendejo.

No lo quiero mandar a la verga en sí, pero si quiero empezar de cero con él. Volver a ser amigos, ya que aún no podemos estar listos para una relación. Tipo, el todavía tiene catorce y yo dieciséis, no somos ni por nada expertos en temas amorosos. Dejarle en claro que nuestra prioridad es x y que si quiere seguir, que vaya él mejorando por su parte.

Como lo dije, yo lo amo. Pero no tanto como Poseidón.

*Cada día más homosexual*

Pero en fin. Duerman bien, y los que no pues ajá. Siempre sonrían y tomen agua.


Att. Mil nombres

𝙐𝙣 𝙪𝙡𝙩𝙞𝙢𝙤 𝙧𝙚𝙘𝙪𝙚𝙧𝙙𝙤 ; 𝘗𝘰𝘴𝘦𝘪𝘥𝘰𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora