𝙐𝙣 𝙪𝙡𝙩𝙞𝙢𝙤 𝙧𝙚𝙘𝙪𝙚𝙧𝙙𝙤 ; 𝘗𝘰𝘴𝘦𝘪𝘥𝘰𝘯

𝐒

Un pequeño gemido sale de sus labios al despertar, sintiéndose azotado por un agudo dolor que recorre su espina dorsal.

Un fuerte desasosiego nubló su mente al darse cuenta que nada de eso fue un sueño. Las luces lejanas de la Atlántida eran su única luz en la profunda oscuridad del océano. Se incorpora con dificultad, nadando de forma cansada hasta el filo de unas rocas. Visualizó la gran ciudadela; su hogar está tan cerca, pero duda en regresar.

Debía retomar su vida como si nada hubiera pasado. Volver a tomar su papel como tirano para ocultar su penosa desgracia.

Decirlo era una cosa, hacerlo era otra.

La palabra olvidar no tenía sentido en su mente. Se siente aturdido, con su mente todavía perdida en el interior del volcán. Sus ojos se desvían hacia su tridente; le había costado tanto conseguirlo, y apenas lo sostuvo, decidió terminar su tormento de una buena vez.

Ríe amargamente al darse cuenta que, al no pensar, pudo acabar con todo sin subestimar a su contrario. Ese había sido su error.

Se aferra al arma con el fugaz temor de perderlo otra vez, nadando entre suaves mecidas hacia las murallas de la Atlántida. Cuando su figura se hizo visible entre la oscuridad, los vigilantes lo interceptaron, transportándolo al castillo apenas se dieron cuenta que se trataba de él.

La noticia de su llegada se esparció cuál pólvora. Sus súbditos buscaron interrogarlo, pero permaneció en silencio; tan solo habló cuando los curanderos intentaron acercarse a él.

-Quiero bañarme. -expresó, cortante, haciendo temblar a los curanderos y sirvientes. Proteus, quien estaba a su lado manteniendo una distancia debida, lo escoltó a su habitación, dejándolo solo cuando lo pidió.

"Tu vida acabará en el primer momento que empieces a ignorar."

Arrojó los harapos al suelo, manteniendo los ojos cerrados y respirando de manera entrecortada. Sus manos temblaron al apretar el borde de la bañera, estremeciéndose al sentir la fría agua calar por cada parte de su ser.

Acabó sentado, con sus manos restregándose de manera forzosa y frenética sobre los moretones y heridas. No tuvo cuidado con la herida de su costado; reprimió el dolor al apretar los dientes, gruñendo de forma ahogada hasta que se detuvo al llegar a su parte baja.

Sus piernas tiemblan, pero no sabe si es por el dolor físico o emocional. Se siente tan arruinado.

Aleja las manos de la zona, tapándose la cara mientras que, de manera inconsciente, empieza a mecerse en la tina, en completo silencio.

-¿Poseidón? -se sobresalta al oír la voz, seguida de suaves toqueteos en la puerta. No contestó. - ¿Te encuentras bien?

Anfitrite, su señora esposa y reina, preguntó, volviendo a tocar, pero sin atreverse a abrir la puerta. Miró la puerta a través de sus dedos, sintiendo una presión en el pecho ante la pregunta.

"¿Te encuentras bien?" la pregunta se repitió en su cabeza, aumentando su malestar. Quiso soltar una carcajada. ¡¿Cómo mierda se atreve a preguntar semejante cosa?!

-¿Querido? -musita confundida al oír un murmullo tras la puerta.

-Lárgate. -habló más alto; sin embargo, la fémina no le oyó. - ¡Lárgate!

Gritó, impaciente. No recibió respuesta. La puerta del cuarto fue cerrada, siendo lo suficientemente ruidosa como para que él escuchase. Su propia voz lo aturde de sobremanera.

Libera un pesado carraspeo, levantándose de la bañera. Se abraza a sí mismo, aferrándose a sus hombros, sin importarle que sus uñas le provoquen heridas por la fuerza ejercida. Se apresura a salir del baño, cambiándose con una muda de ropa que cubre su cuerpo.

Al salir tendría que enfrentarse las preguntas y preocupación de sus allegados. Puede intimidar a los súbditos para que no se entrometan, sin embargo, él sabe que, por más intimidación y palabras venenosas que diese, su familia nunca lo dejará en paz.

"Con el grande caído y el rey destrozado, la llegada de un ser dormido alterará su legado."

A partir de aquí, las letras restantes serán más extensas. Esto se debe a que estamos a pocos capítulos para que Sasaki y su grupo llegue a la isla.

Siento que este capítulo es más explícito. Si es que alguien entendió, debo decir que no puedo manifestarlo de manera tan cruda u exacta por motivos de que son fragmentos, no buscan dar mucha información o intentan conmocionar al lector.

Lamento que el otro capítulo sea relleno, o que esta pinche historia sea una cagada. Sin más que decir, me despido; debo crear mi cuenta oficial de Wattpad.

Att. Mil nombres