• Oscura Realidad •

Capitulo 38

Mattheo Riddle

Llevo semanas sin ver a ____ y las ansias me carcomen de a poco, necesito de ella, sus besos, sus caricias y sin duda alguna quiero sentir su cuerpo junto al mío, Bartemius es muchas cosas pero es leal y sé bien que por ella es capaz de todo, aunque la pregunta aquí es ¿y quien no?

La he podido ver por pequeñas fracciones de minutos, cuando bajaba a hurtadillas por comida o algo de beber y claramente no era la misma, la luz que su ser emanaba había sido apagada, se había consumido por oscuridad. Yo no podía ayudarla y sé que Tom tampoco pues hemos sido consumidos por esa misma oscuridad que si bien por el momento está controlada se mantiene latente, yo perdí a Liliana, mi madre, el único ser en el mundo que me ha dado amor y atención incondicional, se lo que ella siente, comprendo el dolor y la sed de venganza pues son sentimiento que comparto hacia la persona que asesino a mi mamá. Camino por el bosque con mi hermano siguiéndome los pasos, el ambiente es agradable, el verano se siente en él y mientras nos acercamos al lago se torna más cálido, me freno en seco logrando que mi hermano choque contra mi

— Carajo Mattheo — murmura molesto mientras me empuja — que mierda te pasa

Pero estoy tan concentrado, completamente atónito viendo idiotizado a la belleza que sale desnuda del lago. Merlin santo. No sé si soy yo o el hecho de que no la he visto pero reluce piernas más torneadas bastante más musculosas, su abdomen luce pequeñas líneas que lo hacen atractivo y el trasero que se carga no podría decir que luce de otra manera más que delicioso, exquisito y sumamente antojable, mi hermano permanece junto a mi con la misma expresión que yo y es que los dos quedamos boquiabiertos, avanzó firme pero con lentitud queriendo que no note mi presencia, mantengo las manos en los bolsillos de mi pantalón y relamo mis labios cuando dándome la espalda se empina para agarrar a su bendita serpiente que está el piso, el animal se le enrosca en el brazo haciéndola lucir demasiado bien

— Estoy totalmente indeciso en este momento — hablo logrando que brinque y se dé vuelta tratando de cubrir su cuerpo

— Idiota — murmura mientras aparta la mano dejándome verla nuevamente — me espantaste Mattheo

— Como me llamaste? — me acercó a ella lentamente

— Idiota? — niego — Mattheo? — asiento cruzándome de brazos

— Y porque me dices así

— Pues porque así te llamas — se pone las manos en la cintura mirándome con una resplandeciente sonrisa — como te digo entonces ¿papi?

— Ay genial ahora me vengo a enterar que tengo una novia con severos daddy issues — Tom se acerca mientras ella arquea una ceja sin dejar de sonreír

— Cariño, pero si eso es lo primero que debiste haber notado — mi hermano y yo nos miramos sonriendo levemente, el que su humor haya regresado es un alivio total — y bien ¿que los trae por aquí? — nos mira acercándose más — acaso tienen calor y quieren refrescarse un poco o solo tenían ganas de ver a su novia porque la habían extrañado mucho

— Extrañarte? — Tom se cruza de brazos y se gana una mirada aniquiladora por parte de ____

— Cállate Thomas — achina los ojos mientras se lanza sobre mí rodeando mi cuello con sus brazos — no arruines nuestro precioso reencuentro porque al menos yo puedo decir que los extrañé mucho — la alzó haciendo que sus piernas me rodeen mientras me besa. Si, definitivamente la extrañaba y no solo eso también la necesitaba.

— Entonces me voy — mi hermano se da la vuelta para irse pero ella le avienta no se que cosa haciendo que se devuelva — ¿que te pasa loca?