Capitulo 50

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Estaba recargada en la cabecera de mi cama, totalmente perpleja, atónita, incrédula hasta cierto punto

¿Como Regulus Black podía seguir vivo? ¿Sirius sabría acaso que su hermano no había muerto?

Muchas preguntas sin respuesta que rondaban en mi cabeza en ese momento, si, estaba vivo porque yo lo tenía de pie frente a mi, observándome con sus enormes y expresivos ojos, con esa dulce sonrisa ladina que transmitía de todo pero sobre todo calma, tranquilidad y serenidad

— Es que... no entiendo nada — dije finalmente sin poder apartar la mirada de él

— Mi pequeña niña — me sonrío y se acercó, sentándose a la orilla de mi cama — así como tú, yo le servía a Voldemort desde muy temprana edad... era un seguidor fiel, leal, aguerrido y podría decir que irremplazable — soltó un suspiro con pesadez — pero esas solo eran las ideas de un niño de 15 años carente de amor fraternal y atención porque claro que era reemplazable y por supuesto que lo fui

— Pero, porque? — murmure con voz suave — porque te reemplazo así sin más si le eras tan fiel ¿acaso no es eso lo que más valora de sus súbditos?

— Lo es pequeña, enserio que si solo que yo falle — agacho la mira y movió la cabeza en negación —  ____ yo le falle y eso no le gusta nada — soltó con un ápice de molestia en su tono — y por eso estoy aquí

— Qué pasó? — hable bajo — qué pasó cuando le fallaste?

El negó levemente, apretó los labios y con la mano peinó aquellos rizos rebeldes que habían decidido colocarse en su rostro

— Intentó matarme — dijo por fin helándome por completo la sangre. Si yo le fallo también, ¿intentará matarme? Pero, qué harían Tom y Mattheo si lo intenta. Trague grueso abrazando mis piernas contra mi pecho — y lo hubiera logrado de no ser por... Sirius

— Entonces él lo supo todo el tiempo? Que estabas vivo — pregunté aunque más bien sólo como una afirmación

— Pequeña, yo estoy vivo gracias a mi hermano — sonrío leve y se acercó a mi

Regulus me inspiraba confianza, la misma que me inspiró Sirius desde el minuto uno que lo vi, tiene un aura bellísima, apagada y rota como la mía pero aún así estar con él era adorarlo de inmediato, podría decir mil cosas que describieran lo que es estar con Regulus pero para mi en ese momento significaba una gran felicidad una calma inmensa

— Lo siento mucho — dije sin pensarlo — yo lo quería, enserio lo hacía

— Y porque te disculpas? — enarcó una ceja mirándome con seriedad

— No pude impedir que lo matara — en ese punto ya sentía las lágrimas nublándome la visión

Recordar a Sirius no era fácil, recordar que por su pérdida yo había caído en un bucle en el que consumía sustancias tóxicas que poco a poco estaban acabando con mi vida no era sencillo y a decir verdad nada de esto lo era

Sirius había sido una luz, una que había aparecido en mi camino cuando más la necesitaba, cuando la oscuridad dominaba en mi mundo, yo prácticamente sentía que no tenía nada ni a nadie cuando él apareció... Bellatrix se había empeñado en quitármelo todo y me lo había dicho, yo me había resignado a que mi madre cumpliría sus amenazas

"Voy a quitarte todo aquello que amas, hasta que no quede nada de ti, yo te traje a este mundo y yo misma voy a destruirte"

Esas fueron sus palabras exactas, esa fue una amenaza que poco a poco había empezado a conseguir porque cuando conocí a mi tío tuve esperanza de poder salir de aquí, grave error, yo jamás saldré

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