• Oscura Realidad •

Extra: otro trio amoroso

Londres, Inglaterra
Narrador omnisciente

El caos se apodera del callejón diagon cuando los mortifagos arriban en busca de su objetivo "secuestrar a Garrick Ollivander" un anciano fabricante de varitas cuya sabiduría sobre las mismas era de suma importancia para el señor tenebroso

— A donde me llevan? — el anciano pregunta titubeando pero el agarre de Fenrir Greyback lo hace callar, Greyback no solo es un seguidor fiel si no que también es uno de los más sanguinario

Los mortifagos emprenden el regreso a la mansión no sin antes darse el lujo de sembrar el caos y el terror entre los muggles derribando uno de los puentes principales

...

"Harry Potter: ¿el elegido?"
"Aumenta el número de muertos a causa del derrumbe en el puente"
"Caídos en desgracia: la esposa de Malfoy y su hijo abandonan el juicio"

Esos son solo algunos de los títulos que pasaban por los ojos del castaño mientras revisaba el periódico y bebía una taza de té en una cafetería del subterráneo, la mesera se acerca a él para ofrecerle algo más, una chica alta, morena y delgada, de ojos marrones brillantes y una melena única

— Harry Potter? — sonríe — quien es Harry Potter? — pregunta en un tono curioso recogiendo la taza de la mesa

— Nadie. Un tipo tonto — el castaño titubea al contestar pero manteniendo la sonrisa en sus labios

— Que extraño periódico — la chica lo detalla — hace un par de noches juraría que una imagen se movió

— Ah si? — pregunta Potter fascinado

— Si y creí que me estaba volviendo loca — suelta una risa dulce antes de agachar la mirada y encaminarse hacia la barra

— Me preguntaba a qué hora... —

— A las 11:00 — ella no lo deja ni terminar la pregunta cuando ya está respondiendo sonriente — salgo a las 11:00 y me contarás más sobre ese tal Harry Potter — el castaño le dedica una sonrisa amplia, estaba feliz de relacionarse con alguien que no tuviera relación alguna con el mundo mágico, aunque esa felicidad le duraría muy poco pues al asomarse por la ventana al otro lado del andén una silueta borrosa llamó su atención, era indescifrable por el tren que pasaba en ese precioso momento. Dumbledore, fue la figura que se reveló en un abrir y cerrar de ojos, el castaño no dudo ni un solo segundo en caminar hacia donde estaba su profesor

— Has sido imprudente estas vacaciones Harry — el anciano habla mirando un anuncio

— Me gusta viajar en tren — el castaño se excusa — aclara las ideas
— observa la mano de su profesor la cual luce un tanto momificada, como si esa extremidad estuviera muerta

— Es desagradable pero es una historia curiosa aunque yo lo diga — el anciano mira su propia mano — toma mi brazo Harry necesito que me acompañes — el castaño poco convencido voltea hacia la cafetería donde ve a la mesera salir volteando de un lado a otro buscándolo — has lo que te digo — sin opción alguna obedece tomando el brazo de su profesor para hacer una aparición

— Donde estamos profesor?

— Bienvenido al pueblo de Budleigh Babberton Harry, me imagino que te preguntarás porque te traje aquí

— Después de tantos años, ya nada me sorprende — el anciano se acerca a la puerta sacando su varita, accion que él joven mago imita, se adentran a la vivienda que pareciera estar abandonada por su deplorable aspecto, todo está regado en el piso y los muebles están rotos, ambos recorren lo que parece ser el vestíbulo llegando hasta la sala donde hay un sillón viejo y un par de repisas bien ordenadas, un gota de sangre cae en la frente del castaño y llama la atención del anciano que recoge un poco con sus dedos llevándolos a su boca, se acerca al sillón viejo a punto de tocarlo con su varita pero una persona salta