| Capítulo 8: Parte I

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8. You Are My Sunshine (Parte 1)

— El sistema se cayó, dile a Moo que tiene que ingresar tus horas manualmente cuando vuelva a funcionar.

— Deberíamos cerrar temprano e ir a casa. — Bromeó Davikah con Dayton. Win se rió por sus palabras mientras escribía sus horas sobre un papel para Moo. El día había pasado muy lento y se sentía muy bien de por fin poder irse a casa. — No podemos aceptar tarjetas de nadie hasta que funcione de nuevo y ya nadie paga con efectivo. Bueno nadie, menos el novio de Win.

Dayton se rió por como Win les rodó los ojos. — Moo nos mataría si cerramos. Pero mira el lado positivo, podemos pasar el día montando patinetas aquí dentro y actuar como idiotas todo el día mientras nos siguen pagando.

Davikah asintió. — Supongo que eso podremos hacer.

— Yo sí me voy gente, tengan una buena tarde. — Win recogió su mochila y sonrió aceptando un beso en la mejilla de Davi y un saludo de mano de Dayton.

— Hasta luego, Win. — Dijo Dayton. — Disfruta Nueva York.

— Disfruta a tu novio en Nueva York. — Agregó Davikah, guiñando el ojo de manera pervertida.

Win le rodó los ojos antes de salir de la tienda. Por supuesto que disfrutaría de su pequeño escape. Estaría en la ciudad que nunca duerme con un chico que lo volvía loco. Ir a Nueva York siempre había sido uno de sus sueños, pero ir con alguien a quién amaba era algo mil veces mejor.

Había un poco de viento cuando cerró la puerta detrás de él. Usualmente a esta hora del día el calor era inaguantable, aunque él no se quejaba. Sonrió para si mismo y buscó entre su bolsillo las llaves del carro de Blue. Nevvy justamente había llegado de su hora de almuerzo y bajó su velocidad cuando notó que el chico estaba apuntando las llaves hacia lo que ella conocía como el carro de la esposa de su jefe. Win la pudo ver por una esquina de sus ojos y los rodó por eso.

Nevvy sonrió, algo confundida, pero igual caminó en su dirección. Win parecía no tener ningún interés en escucharla, pero eso no la detuvo para hablar.

— Adiós Win, mándale saludos a Bright.

Win abrió la puerta del piloto y la miró. Ella le sonrió y le dio un pequeño saludo de mano, volteando sus talones y caminando hacia la puerta. Win suspiró por ella, debe ser difícil ser tan desesperada y patética. Le tenía simpatía.

Su celular vibró dentro de su bolsillo cuando se sentó. Cerró la puerta y acomodó la silla para su comodidad. Blue era un poco más baja que él y no necesitaba mucho espacio para sus piernas. La notificación en la pantalla de su celular le decía que Min le había mandado un mensaje y el reloj que aún tenía tiempo sobrado para llegar a casa. Sí le tomó de sorpresa que Blue le prestara su carro pidiéndole que recogiera a Alex de la escuela al salir de trabajar. Él ya se había ganado su confianza y ya que Bright y el resto de los chicos estaban todo el día en conferencias para promocionar las competencias, aceptó la responsabilidad de ser niñero por el resto del día. Claro que tampoco le molestaba, Win adoraba a ese pequeño con todo su corazón y escuchar que Blue se refería a él como si fuera parte de la familia lo hacía sentirse muy feliz.

Ignoró el primer mensaje de Bright pidiéndole nudes y fue al de su amiga. El mensaje lo tomó por sorpresa.

¿Qué estás haciendo? — Min.

Un hola hubiera sido lindo, volvió a ver la hora antes de responder el mensaje.

Acabo de salir de trabajar, ¿qué tal? — Win.

¿Vas a estar en casa pronto? Necesitamos hablar. — Min.

La respuesta fue casi inmediata y el tono en el que lo leyó lo asustó un poco.

Ride | BrightWin | Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora