| Capítulo 5: Parte IV

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5. It has to be Yoplait (Parte 4)

— En serio desearía trabajar aquí en vez de esa sudorosa tienda de cosas de deporte. — Caminaron alrededor de Roberto Cavalli mientras Mike asentía a lo que Win había dicho. Hubieron muchas veces en el día en las que Win consideró poner una carpa en la mitad del centro comercial para vivir ahí. Eso sería perfecto.

— Desearía trabajar aquí en vez de ese estúpido restaurante. Mi vida solo consiste en Nani entrando y amenazando para que lo alimenten. — Win se rió bajito mientras su amigo continuaba. — Aunque no creo que sea beneficioso trabajar aquí, el descuento de empleados no es tan bueno.

Win sonrió. — Y necesitaría un descuento muy grande para que yo compre un cinturón de 700 dólares.

— Es verdad, pero el dinero no debería ser un problema para ti. No salgo con alguien que gaste plata en mí, pero estoy seguro de que Bright te compraría todo aquí si se lo pidieras.

Win se rió. — Estás exagerando, Mike. No creo que haga tanto dinero con las competencias de BMX.

— Yo tampoco lo creo. — Le dijo. — Pero igual le sobran los papelitos verdes. Su papi tenía mu... — Miró hacia Win quien parecía sorprendido con lo que iba a decir y se dio cuenta que había hablado de más. — En serio me estoy pasando de la raya.

Hubo un silencio incómodo en el que Win trataba de procesar lo que había escuchado y Mike sintiéndose mal por no respetar la privacidad de Bright. Win pasó saliva y negó con la cabeza. — No me lo había dicho así que tal vez sí te pasaste, solo un poco.

Sus ojos se cruzaron y Mike se encogió de hombros. — ¡Oops! — Se rió incómodamente y desvió su mirada. — Pues, igual seguro te lo hubiera dicho en su momento.

Siguieron caminando en la tienda por unos minutos y después partieron a lo que sería el último lugar al que visitarían. Win terminó usando su tarjeta con un total de casi 200$. No podía resistirse a las cosas de McQueen, había nacido con ese problema.

A la hora de pagar, Mike coqueteo tanto con la chica de la registradora que les terminó dando descuentos. Le explicó a Win cómo hacerlo cuando salieron del lugar, pero el chico no se creía capaz de hacer algo así porque uno, era una chica y dos, era una chica... Mike se lo explicó de todos modos.

De camino al lugar donde estaban sus amigos, Win decidió preguntarle a Mike una duda que tenía. Desahogarse con él le vendría bien y por suerte, Mike además de ser bueno para hablar de moda, también sabe mucho de las personas. Se dio cuenta de lo que pasaba entre él y Bright desde un comienzo.

Aclaró su garganta mientras que negaba a una de las chicas ofreciéndole un servicio de manicura. Mike se dio cuenta de la ansiedad que cargaba y le sonrió levemente.

— Escúpelo Win, ¿en qué estás pensando?

Win se relajó un poco. — Estoy nervioso Mike, eso lo puedo admitir. En serio estoy nervioso.

— ¿Nervioso? — Mike lo volteó a ver con el ceño fruncido. — ¿Por qué?

— Él amaba a las chicas. — Win le dijo en tono obvio. — Hay muchas de ellas y solo un yo, ¿cómo compito con eso?

— No lo haces. — Le respondió secamente. Bajaron por las escaleras y Win frunció el ceño, no era la respuesta que esperaba. — Porque. — Continuó el chico. — No lo tienes que hacer, no creo que tengas que hacerlo.

Win pensaba en esa respuesta mientras seguían caminando. — No lo entiendes. Antes de que yo llegara, no había nada más que chicas...

— Eso fue antes de que tú llegaras Winnie, sé feliz por eso. — Lo estaba tomando con mucha calma. Win iba a hablar de nuevo, pero Mike le ganó. — Ví la química entre ustedes el mismo día que te conocí. Yo sabía que Bright era hetero, pero no me detuvo a creer que había algo entre ustedes y aparentemente soy un genio porque sí lo había. Nunca me había pasado con las otras personas que tuvo.

Ride | BrightWin | Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora