| Capítulo 11: Parte II

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11. Papa Bear (Parte 2)

— Deberíamos subir... antes de que mi papá... nos vea aquí. — Win sonrió mientras hablaba en la mitad de muchos besitos. Bright lo instó gentilmente a que se recostara y se acomodó sobre el menor, conectando nuevamente sus labios. No estaba a favor de que Win use sus labios para otra cosa que no sea besarlo en ese momento, pero Metawin quería decir lo que pensaba cuando se separó de él. — Ya son más de las diez y tiende a llegar más temprano los viernes... Mm, bebé...

— Si subimos, no lo vamos a poder oír cuando llegue. — Bright succionó el labio inferior del menor haciendo que este soltara un pequeño gemido. — Y no queremos que suba y que encuentre mi cabeza en la mitad de tus piernas, ¿o sí?

Win suspiró por la pregunta, sonriendo cuando la lengua de Bright pasó por su cuello. — Obvio no.

Bright sonrió encima de su piel. — Exactamente. — Comenzó a dejar pequeños besos sobre su cuello hasta que Win puso sus manos alrededor de su torso, metiendo su manos por debajo de su camisa. — Eso se siente rico.

Uno de los celulares vibró, pero ambos los ignoraron. El mayor se acomodó entre las piernas de su novio y enterró la cara en su cuello mientras ambos rozaban sus miembros. El celular vibró de nuevo y Bright se dio cuenta de que probablemente era una llamada, aunque poco le importó.

— Puede que sea, Moo. — Win susurró, Bright embistió hacia adelante de nuevo haciendo que su novio gimiera a todo volumen. — Ay, Dios.

— Quien sea que sea, puede esperar. — Le dijo Bright. Al separarse, miró a Win a los ojos y dio otra embestida, admirando la manera en que el menor abría su boca. — Prefiero verte así.

— Bésame. — Pidió Win.

Bright no perdió tiempo en cumplir su deseo. De hecho, susurró un pequeño: — Con gusto. — Por encima de su boca antes de atacarla sin piedad. Win soltó un suspiro y pasó sus manos por toda parte del cuerpo de Bright que alcanzaba a tocar. Cuando sus manos llegaron a los bóxers de Bright, Win se dio cuenta que la manera en que había apretado su trasero había calentado más al mayor.

Era información que le serviría más adelante y eso lo excitaba.

Bright recostó su frente encima de la de Win y embistió unas cuantas veces más con más fuerza. Adoraba la manera que Win lo estaba tocando. Nunca nadie lo había tocado de esa manera antes y a Bright le encantaba eso. Suspiró, lamiendo sus labios al escuchar lo que salía de la boca de su novio y frunció el ceño cuando el menor retiró sus manos.

Porque en serio, eso se sentía increíble.

Win intentó no desesperarse al clavar sus uñas por encima de la camisa de Bright. Comenzó a mover sus caderas a la par de su novio y dejó salir un gemido al sentir la casi erección de Bright. Tenían demasiada ropa puesta.

Eso continuó por un largo rato. Los besos, los sonidos, el restregarse entre si. Bright se dio cuenta que quería que las manos de Win volvieran a donde estaban hace un rato. Por más increíble que le parecía la idea de tener todo su cuerpo lleno de rasguños de Metawin, quería que sus manos volvieran debajo de sus bóxers como hace unos minutos. Así que se inclinó hacia el menor para pedírselo y parando sus movimientos por unos segundos. Win suspiró, no tan satisfecho por que parara. Todo antes de que la puerta principal se cerrara. Bright con las justas pudo soltar un 'Tócame' antes pegar un salto y coger una almohada, sentándose en una esquina del sillón y cubriendo su regazo con dicha almohada. Win también se apuró en sentarse, sorprendido por el ruido y se encontró a nada más y nada menos que a su padre parado en la entrada. El hombre dejó su maleta al lado de la puerta y miró con enojo a su hijo, después el novio de su hijo.

Ride | BrightWin | Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora