Lavender's Blue [Minsung]

Besos en la mejilla

CAPÍTULO 2

Durante los primeros días, Jisung no dejó solo a Lee know en ningún momento, no solo porque conocía lo territoriales y violentos que los demás alfas y omegas podían llegar a ser; el mismo lo había experimentado en primera persona, cuando hace unos meses era el nuevo y todos los demás se aprovechaban de su bondad y condición inferior por tener un bebé tan pequeño, muchas de esas amenazaban fueron referentes a su hijo.

También porque quería saber más de ese sentimiento de comodidad que le generaba el Alfa, a su lado, Jisung se sentía tranquilo y en paz, como si estuviese en su lugar seguro, Seungmin no molestaba con sus constantes lloriqueos de aburrimiento e incomodidad, ahora el pequeño cachorro disfrutaba ver de ambos trabajando en conjunto y sonreia, en los momentos de descanso balbuceaba hacia el mayor.

Definitivamente Jisung estaba encantado con la nueva amistad que habia formado, pero tenía miedo de la costumbre, de que cuando llegué el momento de acabar el trabajo ya no pueda ver a Lee Know y cada día, aquel momento, estaba mucho más cerca.

Ese día para el omega pelinegro no había empezado con el pie correcto, su pequeño bebé estaba enfermo y eso no hacía más que preocuparlo y tenerlo ansioso, quiso ausentarse al trabajo, aunque eso le costara un día de paga, pero Félix le aseguró que podía tener al niño hasta que su hora de trabajo en la panadería empezara, saltándose por completo las horas en la herrería. Con eso en mente, el rubio mayor se fue al trabajo dispuesto a solo trabajar el turno de la mañana.

Estuvo distraído en todo momento, ponia las cosas de más y se equivocaba en procedimientos rutinarios como mezclar el material y poner de forma correcta los bloques, su compañero advirtió dicha conducta, pero no sabía la razón, intentó hacerlo reír varias veces; aunque solo consiguió muecas extrañas que lo hacían preocuparse más por el menor, y al no recibir respuestas de donde había dejado al cachorro con el que solía distraerse mientras traía bloques y le hacía muecas raras haciéndolo reír, se sentía ignorando y angustiado. Su alfa habia puesto la guardía desde que ambos empezaron la jornada laboral.
 
—Jisung, ¿Todo está bien? —le preguntó a la hora del almuerzo. El rubio ni siquiera estaba comiendo.

—Hm—respondió sin un significado en concreto. El chico se levantó de allí y caminó hasta el jefe. Le explicó al beta viejo lo que sucedía y luego de prometer recuperar las horas perdidas su día de descanso, se fue, luego le pediría a su hermano que avisara en el centro comunitario sobre su ausencia.

Corrió a casa, la cual estaba bastante lejos del palacio, al llegar su bebe dormía y su hermano casi voló fuera de la casa para poder llegar a tiempo y hacer lo que su hermano le encargó, la temperatura del niño era normal y tenía un mejor aspecto. Suspiró sentándose a su lado y acariciando la pequeña cabecita, se sintió aliviado al percibir su pesada respiración y se levantó decidido a hacer algo para comer.

Mientras sacaba las ollas y las ponía en la cocina, un ruido muy cerca de la ventana del lugar le aceleró el corazón. Por allí, Lee Know intentaba ver hacia el interior, había escapado del trabajo y siguió a Jisung por todo el camino, impresionado al ver que el chico vivía hasta la parte más escondida de la ciudad, aquella donde las calles aún eran de tierra y las casas de pedazos de zinc y aluminio.