Lavender's Blue [Minsung]

El peligro se hace más fuerte

CAPÍTULO 12

La chica hermosa, Shinn Ryujin llegó al palacio meneando su corto cabello castaño y luciendo un vestido rojo casual, tacones negros y una sonrisa calída, saludó a Minho con un abrazo muy amistoso, a Changbin lo hizo de la misma manera y con el general no fue un saludo tenso o incomodo, incluso a Hyunjin le preguntó por los pacientes del hospital y como se iban dando las cosas.

—Ryujin, Señores Shinn, debo presentarles a Han Jisung, mi omega, Han Felix, su hermano y Seungmin, mi cachorro.

Los adultos reaccionaron de una forma muy tranquila, saludaron a Jisung con una sonrisa y toda la elegancia posible, el Señor Shinn entablando una conversación con Félix sobre como van las cosas en los cuarteles y como van los entrenamientos de cadetes.

La reacción de Ryujin fue distinta, reprimió una sonrisa y escondió un suspiro tranquilo, antes de la cena, le pidió a Minho hablar a solas, Seungmin no se quiso separar de los brazos del alfa, por lo que se fue con él hacia los jardines, envuelto en una manta por el frio de la recien nacida noche y feliz de estar con su padre.

—Eres un idiota, Lee Minho—dijo Ryujin. Minho carcajeó—, no decirme que tienes omega, ¡Incluso un hijo!—Minho esperó con tranquilidad a que continuara mientras mantenía a Seungmin curioso entre sus brazos—, de hecho yo quería hablar de eso contigo—. Ahora Minho le prestaba más atención—, encontré un chico, beta, del reino del este, ya sabes, de esos altos y guapos de por allá.

—Me alegro Ryujin, en serio.

—Yo también Lee, ya no me preocupa que te quedes solo toda la vida, me alegra que hayan ablandado tu corazón de ogro—. Ambos rieron.

—Jisung es...simplemente maravilloso, de esos rayitos de luz que van de aquí para allá encantando tus días, sobre todo ahora que el reino vuelve a ser atacado.

—Por eso no lo has presentado ante el pueblo

Minho asintió

—Hace menos de tres meses fue secuestrado, los grupos rojos siguen por el país, atacando todo lo que se les cruce, ya es hora de parar esto.

Dentro del palacio, Jisung veía como los dos amigos seguían afuera, riendo o escuchando las palabras del otro con seriedad y atención. Pronto su vista se fijó hacia enfrente, justo entre la torre de control y los soldados de la puerta, entre ellos había varias sombras que le sabía que no eran normales, unos hacia la izquierda y otras hacia la derecha, algunas de esas sombras caían al suelo y eran reemplazadas por otras, entre ellas, se notaba la forma de pistolas apuntando directamente al interior del palacio.

Se levantó rápidamente corriendo caminando hacia la ventana. Cayó la primera bala.

—¡Minho!—. Ambos estaban corriendo dentro del palacio. La chica tomó al niño mientras que el rey corría hacia el lado contrario, Changbin y Chan lo siguieron mientras que Felix intentaba alejar a Jisung de la ventana.

Pronto todo el palacio era un vaivén de balas, vidrios rotos y muebles agujereados, Jisung fue llevado hacia la parte bajo tierra, los almacenes eran el único lugar seguro.

—¡Pa pi! — chilló Seungmin entre los brazos de Ryujin, la chica le dió al bebe y este con una sonrisa le agradeció.

—¿Que acaba de pasar?—. La señora Shinn estaba asustada, su esposo le sostuvo la mano en un intento de calmarla mientras que Ryujin se acercaba a ella y le apretaba con un brazo hacia su cuerpo. Félix se había quedado atento en la puerta mientras que Hyunjin estaba en la ventana y el tio Kyhyun mantenía a Jisung abrazado, ambos asustados.

Minutos después los tres alfas ingresaron al lugar agitados, cada uno se acercó a su pareja. Minho envolvió a su chico entre sus fuertes brazos, buscando calmarse a sí mismo con el aroma a lavanda.

—Tienen que irse de aquí—dijo después de recuperar el aire—, han atacado el palacio y aun estan por los alrededores, los Shinn serán escoltados hasta su residencia en el campo, lamento esta interrupción.

—No se preocupe majestad, mis hombres también estarán a su disposición—. El mayor de los Shinn se levantó y luego de despedirse salió junto a su familia, escoltados hasta tomar un auto y comenzar a alejarse del palacio.

—Por ahora ustedes irán a la casa de los Seo, es mejor que salgan de inmediato del palacio—indico Chan abrazando a Félix. Este asintió. Los ruidos de otro ataque se hicieron presentes, Minho abrazó a Jisung contra su pecho acariciando la espalda de Seungmin, quien lloriqueaba por el miedo que sentía en el ambiente.

—Deben irse ya—. Minho se levantó ayudando a Jisung a hacerlo, los demás empezarón a salir del lugar también.

—¿Tú no vendrás?—. La voz de Jisung temblaba.

—Es peligroso, si me ven fuera del palacio atacaran—. Ahora Jisung lloraba y Minho amenazaba con hacerlo—, debo protegerlos—. Luego de besar los labios de Jisung y dejar un beso en la cabeza de Seungmin, los vió alejarse siendo jalados por Hyunjin y Felix.

Todavía en la parte delantera del palacio había un ataque, se escuchaban los disparos y gritos, muchos soldados corrían hacia el lugar del ataque y otros los seguían a ellos. Mientras corrían, una columna externa del lugar fue derrumbada, el impactó fue demasiado cerca de ellos, Jisung apretó a su cachorro contra su pecho, Hyunjin lo cubrió a él y Changbin se puso frente a ambos.

—Vamos Hannie, corré—susurró Hyunjin. Ambos lograron subirse al auto y segundos después Changbin lo hizo al volante alejándose lo más posible del palacio con la adrenalina corriendo entre sus venas.

El camino fue silencioso por parte de la pareja que solo mantenían sus manos unidas en la parte delantera del auto, donde escuchaban los ligeros sollozos del omega en el asiento trasero y los balbuceos del bebe al intentar entender la tristeza de su padre. Cuando el auto se detuvo frente a una linda y pequeña casita.

Era acogedora y pequeña para tratarse del hogar de alguien tan importante en el gobierno, Hyunjin les indicó que se sintieran como en casa, luego los dos alfas se despidieron regresando al palacio, no podían dejar solo al rey.

El omega mayor fue a preparar un té para sus nervios, debía admitir que él también estaba temblando. Seungmin se resbaló de las piernas de su papi hasta quedar en el piso y comenzar a jugar con el muñeco que había en uno de los muebles a su alcance, el mismo lo había dejado allí.

—Gracias—dijo Jisung y luego Felix cuando Hyunjin regresó con dos tazas de té y una galleta, se la tendió a Seungmin y este la tomó con un ligero grito de alegría olvidándose del muñeco y llevándola directo a su boca.

En ese momento, la marca de Jisung ardió a tal grado que soltó la taza derramando todo el líquido caliente sobre sus piernas. Ese dolor no era tan fuerte como el que estaba sintiendo ahora en su corazón y cuerpo.

—La marca...— susurró Hyunjin. El rubio apretó sus manos contra su pecho mientras mordía sus labios para evitar gritar—, Minho debe estar en peligro.