Cap 2

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La jóven estaba, de alguna forma, metida en el baño de un desconocido, limpiando el vómito de un desconocido y esperando por la ropa de un desconocido que le quepa para poder salir de ahí. Cualquier mujer estaría asustada de estar ahí pero el enojo estaba tapando todo el miedo que podría sentir.

Bueno, eso y el machete que tenía en la mochila.

Mierda. Cierto que olvidó su mochila, solo le quedaba saltar por alguna ventana o morderles las bolas para arrancarlas con sus dientes así no vuelven a intentar lastimar a nadie. Se hacía muchas ideas una peor que la otra pero la verdad era que el único interesado en ella era un rubio y solo porque le gusta coquetear con mujeres... Y hombres. Personas en general.

-Ten- escucha una voz de afuera del baño que reconocía como la de un tal Kyle, este no se asomó en ningún momento y solo dejó entrar su brazo estirado entre un pequeño hueco de la puerta y el marco -Es ropa vieja... Muy vieja de mí madre, puedes quedartela si quieres. A ella ya no le queda.

Bufa pero acepta la ropa que le dieron, luego de probarla se dió cuenta que le quedaba un poco grande pero aún era mejor que un pantalón con vómito de borracho. Sale del baño y busca su ropa para lavarla o quemarla pero no la encuentra por ningún lado. Camina al piso de abajo y busca por la sala, luego de ignorar el saludo del de chamarra naranja va hacia la cocina

-Encima de vomitarme me roban. Voy a hacer lo mismo y les robaré toda su comida.

-No te robamos nada- escucha a Kyle que entraba por la puerta de la cocina que daba al patio trasero. En sus manos llevaba una canasta de ropa limpia que posiblemente había traído hace poco -La puse a lavar, es lo correcto. De nuevo, perdón por hacer que mí amigo te vomite en la pierna.

-Son las seis de la tarde, no debería estar borracho. Eso solo es para la noche en fiestas.

-El culpable es un gordo de mierda que alteró sus dulces y eso lo embriagó-. Levanta los hombros viendo a un costado, ya parecía acostumbrado a eso, -no te preocupes por él.

-No estoy preocupada, quiero matar a alguien.

-Somos dos. En fin, ¿nueva en el pueblo? ¿Eres Mexicana?

TN frunce el entrecejo, este día estuvo todo el día con esa expresión de molestia y ya empezaba a cansarle los músculos faciales. Saca su teléfono ignorando su pregunta y revisa una app espía que ella tenía para revisar si sus padres habían dejado de discutir y, al escuchar un gemido, sale rápido de la app y apaga el teléfono. No pensaba volver en un buen rato, no quería escuchar nada de eso.

-¿Tienes té? Podemos hablar un rato ya que está.

Kenny estaba sentado en el suelo con una taza de café, al cual le había agregado algo de alcohol sin que nadie lo vea. En un sillón individual estaba TN y en el sillón más grande estaba Kyle sentado, ambos tenían té por lo que asumieron que ambos compartían ese gusto.

-Perdon por asumir que eras de México, ya un amigo me regaño por eso y sigo sin aprender.

-No hay problema, gracias de nuevo por la ropa. Kyle y Kenneth, ¿cierto?

-Los pronuncias mal- se escucha a Kenny hablando luego de haber estado en silencio degustando su creación y comiendo galletas como si rara vez comiera. -Pero no importa, tú puedes decirme como quieras.

El rubio levanta y baja las cejas antes de recibir una patada suave del colorado de llamado de atención. Kenny ríe bastante con eso ya que sabía que a Kyle le importaban mucho las primeras impresiones. Más si se trataba de una chica, quería ser visto como algo lindo y agradable capaz de ser considerado un buen pretendiente y no como alguien feo. Lo de la lista le había pegado muy duro.

Una latina en South Park || South Park x TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora