Una latina en South Park || South Park x Tu

Cap 22

Stan llega a su casa luego de un largo día en la escuela, camina directamente hacia su habitación listo para acostarse a dormir un rato antes de su trabajo como vigilante nocturno.

-Stan, hijo- dice su madre sentada en la mesa de la cocina junto a su padre, ambos pareciendo bastante serios al hablar de algo antes de que él llegue. -Ven aquí, tenemos que hablar de algo.

El rubio teñido suspira, pidiéndole a todos los dioses que conoce que hablen rápido. Se acerca a ellos, sentándose en la nesa frente a ellos mientras los mira.

-Que sea rápido mamá, por favor, quiero dormir.

-Veras, hijo...- empieza a hablar, tragando saliva. Stan estaba tan cansado que no había notado la hinchazón de sus ojos producto del llanto reciente. -Tu padre y yo nos vamos a separar.

-Ah... ¿Otra vez?- dice, indiferente, para luego levantarse mientras bufa -Para eso solo háganlo, total luego vuelven a joderme.

-No Stanley, siéntate.- dice Randy, quien extrañamente no estaba drogado esta vez. Stan solo lo mira hacer la seña de que se siente de nuevo, aunque no le impide volver a hablar. -Esta vez es para siempre, tú madre se irá de esta casa cuando logre encontrar trabajo, yo viviré en el cobertizo por un tiempo.

-¿El que usamos con Wendy?

-Ese mismo, hijo. Espero que me prestes tus condones.

-¡Randy!

-Ok, ok. Escucha, las cosas con tu madre no han ido bien estos años- empieza hablando, haciendo una mueca esperando a que su hijo muestre alguna expresión que no sea su indiferencia típica, una indiferencia que era producto del desprecio. -Así que yo... La engañé.

-¿Engañaste a mamá?

-Si.- Ve que Stan muestra su disgusto de forma más abierta. -¿Qué querías que haga? Las cosas sucedieron así

-Oh, no sé, tal vez divorciarte antes de estar con otra persona.- dice Stan, haciendo un gesto antes de señalar a Sharon. -¡Es mí mamá! Respetala, mierda, es lo único que tienes que hacer.

-¡Oh! ¿Tú me vas a hablar de respeto?

-¡Randy!- Sharon se levanta tomando a su futuro ex esposo del hombro, frunciendo el entrecejo. -¡No le grites! Sabes que él tiene razón. Haz una sola cosa bien por nosotros y quédate callado.

-¡Son unos malagradecidos!- refunfuña Randy, librandose del agarre de Sharon para caminar hacia la salida, molesto. -¡Compré un puto campo de hierba por ustedes! ¡Nos hice ricos, carajo, ¿y así me pagan!? ¿Saben qué? ¡Pudranse!

Y se va dando un portazo. Sharon se vuelve a sentar en la silla, rendida, mientras acaricia su tabique nasal en busca de un poco de paz. Stan la mira en silencio, acercándose a ella y acariciando su espalda, dándole ánimos de esta forma.

-Todo saldrá bien, mamá.

-Mira, Stanley... No sé si todo saldrá bien- dice Sharon, suspirando. -Ya estoy grande y nisiquiera sé si conseguiré trabajo...

-Puedo... Puedo conseguir yo uno.

Sharon levanta la mirada y le sonríe, tomando la mano de su pequeño con delicadeza y cariño

-Mira, Stanley... Quiero que te centres en tus estudios- dice, acariciando la mano de su hijo con su pulgar -Así que no dejaré que trabajes en ningún lugar a no ser que sea necesario

-¿Eso significa que si no consigues un buen trabajo...?

-Solo será un tiempo- dice Sharon, sonriéndole y haciéndole una seña de que se agache un poco para poder acariciar su mejilla. -Luego...