CAPÍTULO 24

41.8K 2.3K 352
                                    

CHRISTOPHER

—¿Qué pasa, Hartell? —Harry responde mi llamada al tercer timbre.

—Necesito tu ayuda. —Le escucho bufar una vez que termino con la frase.

—Olvídalo viejo, ya no voy a presentarte a nadie, tú estás enamorado de esta chica... Sophia, seguramente quieres negártelo a ti mismo saliendo con otras, y como soy buen amigo, hablaría contigo y diría que no es lo mejor, pero me ignorarías y yo cedería a tus peticiones porque eres mi amigo —pongo los ojos un par de veces en blanco mientras lo escucho soltar su sermón—, pero ahora también están en juego mis adoras y preciadas pelotas, tu hermana me dijo que si dejaba que mojaras tu polla en aguas ajenas, yo sufriría las consecuencias, y uno siempre de ver primero por sí mismo y después por los que ama, porque si no te amas a ti mismo no amas a nadie, tú entiendes Chris, no es egoísmo.

Paso la mano por mi rostro, callando la risa que quiero soltar.

—No es cosa mía, cosa de terapeutas. —Añade.

—No quiero que me presentes a nadie y para que no digas que no somos amigos o lo que sea, estoy con Sophia.

—¿Y aquí se supone qué me hago el sorprendido? Oh, espera —estoy por cuestionarle qué pasa, pero un grito que sale de la bocina me hace alejar el aparato de mi oreja—. ¡OH POR DIOS! ¿Tú y Sophia? ¡Jesús no lo vi venir por ningún lado!

—Eres un idiota. —Su risa sonora y divertida puede escucharse a un radio de diez kilómetros.

—¿Entonces qué quieres de mí si ya tienes el trabajo hecho? ¿Tips de como ser el novio perfecto? Lo siento no los tengo —después de que su primera novia lo abandonara, no hubo ninguna relación seria para él—, solo podría ayudarte dándote mi top 20 de las mejores posiciones sex...

—De acuerdo, solo necesito que me ayudes con una reserva de hotel. —Le interrumpo antes de que comience a recitarme el kamasutra entero.

—Oh —guarda silencio un segundo y lo agradezco—. Tendré un viaje con unos socios a México en un mes, sé qué los abuelos de Sophia son de allá y que nunca ha podido visitar su país a pesar de conocer sus costumbres, así que quisiera algo especial.

—¿Tequila de bienvenida en vez de champaña podría ser? —Esta vez no puedo evitar reír aunque sea poco.

—Si sigues siendo un estúpido, voy a contratar el Hilton. —Advierto.

—¡Retráctate en este segundo, traidor! —Exclama y una vez que cierra la boca por un minuto, puedo explicarle qué es lo que quiero.

Escucho que tocan la puerta, sé quien es, por lo que tengo que cortar de inmediato la llamada.

—Voy a ocuparme —me despido con premura—, hablamos luego.

—Sí claro, seguramente es tu novia y vas a hacer cosas en el sillón, porque el escritorio probablemente ya lo...

—Adiós Harry. —Cuelgo sin más y doy el pase a la persona que toca la puerta.

—Hola. —Una sonrisa se extiende en mi rostro cuando veo a Sophia caminando hacia el escritorio.

—Buenos días. —Saludo en un tono serio y eso basta para que sus mejillas se tiñan rojizas.

Se sienta frente a mi escritorio, mis ojos la visualizan por entero, siento una alegría inexplicable al verla, después de dormir dos noches en su apartamento, me corrió, alegando que tenía que volver a mi penthhouse. Y ahora sé que estoy jodido porque la extrañé.

Los días pasados la vi durante la hora de comida, por la noche aparcábamos en un parque cualquiera para charlar un rato, y después la llevaba a su apartamento.

La asistente perfecta [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora