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✾✧➴ ᴍᴇᴍᴏʀɪᴇs  ➶✧✾Flashback; Tatuaje de Ellie

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✾✧➴ ᴍᴇᴍᴏʀɪᴇs ➶✧✾
Flashback; Tatuaje de Ellie.

Ambas chicas pasaban el rato en el garaje de Ellie, escuchando música y dibujando todo lo que se les ocurría.

— Hey, me gusta esa polilla qué dibujaste.

La castaña puso atención unos segundos, pensativa.

— Maddie, ¿yo puedo contarte lo que sea?

Ella asintió sin darle mucha importancia, mientras hojeaba el cuaderno. Ellie podía decirle que mató a alguien y Maddie le diría que le contará con detalles. Siempre la apoyaría.

— Maddison. — dijo Ellie.

— Maddie. — le corrigió la pelirroja dejando el cuaderno.

— ¡Hablo en serio!

Ella bufó y se acomodó en el sofá, prestando más atención.

— Sólo dije que me gustó, ¿qué hiciste con una polilla?. — Ellie rodó los ojos ante la pregunta de su amiga.

— Y yo pregunté si puedo contarte lo que sea, pesada.

Ambas chicas eran tan parecidas que sus personalidades seguido chocaban y siendo dos niñas de dieciséis años no eran exactamente las más pacientes o amables del mundo.

— Joder pues cuéntamelo. ¿Por qué tanta emoción?

Ellie caminaba de un lado a otro en la habitación, sintiéndose inquieta. Los ojos de Maddie la seguían curiosa y confundida. De la nada; Ellie se acercó a Maddie, poniéndose cerca de su rostro.

— No puedes decirle a nadie, ni siquiera Joel que te conté.

— Sabes que no lo haré. — prometió Maddie. Ellie asintió.

— Soy inmune. — soltó. Maddie la miró confundida.

— ¿Inmune cómo?

— Inmune, Maddie. Joder. ¿No sabes qué es inmune?

Maddie le rodó los ojos ante su contestación grosera. La empujó y se levantó del sofá.

— Entonces me voy, estúpida. — le espetó. Ellie bufó y la empujó de regreso.

— Soy inmune al cordyceps. Ya me han mordido.

Él ceño de Maddie se frunció y la confusión invadió su cabeza, mil preguntas pasaban por su mente; ¿cómo? ¿cuándo? ¿inmune? ¿la habían mordido? ¿era cierto?

¿Te mordieron?. — logró preguntar casi murmurando.

— Me mordieron a los catorce años. Estaba con mi mejor amiga Riley, en un centro comercial. Fue algo tonto, ella me gustaba y quería enseñarme unas cosas que descubrió. No nos dimos cuenta y un corredor estaba ahí, nos atacó a las dos, ella se convirtió y yo no. — comenzó Ellie a contarle, sentándose en la cama. — Después de eso, me encontraron las luciérnagas; ellos vieron la mordida y me mantuvieron en observación. Maddie, nunca me convertí en una de esas cosas. A Joel lo conocí porque iba a llevarme a una base de las luciérnagas para que realizaran unas pruebas con mi inmunidad y hacer una vacuna. Dijo que no servía de nada, que no era cierto. Y vinimos a Jackson. Me quemé la mordida, era difícil verla y un peligro, podían matarme si la veían. — se levantó la manga de la camisa dónde tenía la quemadura, si veías con atención podías ver las pequeñas líneas del cordyceps que no crecieron más, su mordida estaba totalmente tapada. — Y quería contarte antes de qué Cat me hiciera el tatuaje para taparla.

Maddie se quedó callada unos minutos, procesando todo lo que le había contado Ellie. Finalmente, tomó el brazo de la castaña y pasó sus dedos por la quemadura, mirándola con atención.

— ¿Qué te vas a tatuar?. — preguntó.

Ellie la miró un poco sorprendida de que no lo hubiera tomado con miedo o rechazo.

— La pollilla con plantas que dibuje. — Ellie se levantó y fue hacía él escritorio dónde tenía su diario. Se lo mostró a Maddie.

Maddie sonrió viendo con atención el dibujo y asintió con felicidad. No tenía miedo de Ellie, no la iba a rechazar ni alejarse de ella. Estaba feliz de qué la castaña le confió ese tipo de secreto, que aunque no pudo ver su mordida totalmente, le gustó ver lo que quedaba de ella. Le parecía especial, le parecía genial que entre todo lo malo del mundo, su mejor amiga a quién no quería perder fuera inmune a una mordida. Al menos a eso no tenía que tenerle miedo.
Maddie sabía el poder que tenía Ellie. Lo buena que era con las armas, con el arco, peleando y la inmunidad lo hacía mucho mejor. La pelirroja la admiraba.

— Me gusta, ¿quieres que te acompañe?

— Claro. Cat vendrá para acá en un rato.

Ambas chicas comenzaron a platicar para pasar el tiempo. Maddie tenía muchas dudas sobre ese día que la mordieron y a Ellie le gustaba tener con quién compartir ese gran secreto.

No pasó mucho rato cuándo tocaron la puerta, Ellie recibió a Cat con un abrazo y la pelinegra la besó. Maddie podía notar el sonrojo en las mejillas de Ellie, simplemente mejor desvió la mirada.
Cat era muy segura de sí misma, tenía muchos tatuajes en él cuerpo y no le daba miedo querer a Ellie enfrente de todos, incluyendo a su familia. Cat se adentró al garaje y le sonrió ampliamente a Maddie.

— Hey, Mads. ¿También quieres un tatuaje?

Maddie entrecerró los ojos, pensándolo y sonrió.

— Es tentador pero por ahora, no lo creo.

Cat rió y comenzó a sacar su máquina, algunas tintas y guantes.

— Me gustaría tener más pero al menos aún sirven.

— ¡Está genial!. — la animó Ellie. Cat sonrió.

— Esto será un poco tardado pero saldrá muy bien.

La chica comenzó a limpiar el brazo de Ellie, platicar con ella sobre cómo y dónde lo quería acomodado, el tamaño y más cosas.
Maddie estaba sentada al lado de Ellie, mirando con atención cada movimiento de Cat que tocaba con delicadeza a la castaña, riendo sobre lo que ella le contaba.
El día comenzó a avanzar, Cat comenzó a trabajar en el brazo de Ellie; la aguja atravesaba su piel conforme la pelinegra hacía los trazos delgados del diseño, poco a poco fue tomando forma. Las hojas, la polilla, daban vuelta en su brazo cubriendo su quemadura parcialmente pues aún no lo rellenaba.

— Wow, me gusta bastante. — halagó Maddie.

— Va quedando bien. — afirmó Ellie.

Cat sonrió orgullosa y comenzó a guardar lo que había traído con ella, satisfecha del trabajo que había hecho.

— Recuerda cuidarlo bien. Aún falta otra sesión para el relleno, en la semana vemos.

Ellie asintió y le agradeció, la acompañó y a la puerta y sé despidieron.

— Te seré sincera, te ves más atractiva con ese tatuaje. — le dijo Maddie. La castaña rió y se sonrojó levemente.

— Cállate.






















no sé olviden de votar <3

xoxo.
             stanfuqboi

outlast; ellie williamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora