Frutos de amor

𝓞𝓷𝓬𝓮

Vacaciones en pareja.

Narra Percy.

Estaba empacando nuestras maletas en mi auto, por fin habíamos terminando nuestro segundo semestre y nos merecíamos unas vacaciones, alejados de la ciudad, necesitábamos estar ella y yo solo, así que vamos a ir a nuestro lugar favorito, la playa.

—¿Cariño para que tres maletas, si solo vamos dos semanas a la playa?—Dije cuando la vi con un bolso playero y una maleta pequeña.

—Cariño, yo llevo lo que se que te falta a ti, toallas, trajes de baño, productos de aseo, vestidos, shorts, algunos conjuntos de lencería y ropa sexy que usaré para ti.—dijo con una sonrisa pícara.

—No digas más, puedes llevarte todo lo que quieras.—dije tomando su pequeña maleta.—Espero que lleves lencería puesto debajo de esa ropa.—le dije en su oído.

—Claro que si, no solo eso llevo tu conjunto favorito.

Esto se pone mucho mejor, guardé la última maleta de Dafne en la cajuela de mi auto, azul obviamente. Le abrí la puerta a Dafne para que se subiera de copiloto.

—¿Pongo música?—le pregunto mientras me pongo el cinturón.

—Claro que si.

Coloqué música y arranque ella auto, una de mis manos pasó a estar en su muslo descubridero por el short, ella sonrió y cuando estuvimos en un semáforo me beso.

—Te amo.

—También te amo.—le respondí.

Llegamos a la playa, justamente en la pequeña choza que mi madre nos ayudó a buscar, una económica y que tuviera lo necesario, una cama matrimonial, un baño y una mini nevera para la cerveza que habíamos traído.
Entramos todas las maletas a la casa, y comenzamos a guardar las cosas, yo guardaba la cerveza, agua y demás refresco que trajimos, mientras Dafne desempacaba sus cosas, es verdad trajo cosas que a mi me faltarían.

—¿Como sabías que no había traido ropa blanca para la fogata?—le pregunté.

—Te conozco corazón.

También yo guarde mis cosas, y saqué un traje de baño.

—Ya vengo, voy a ponerme mi traje de baño.—me dijo Dafne tomando un bikini, se iba a ir al baño pero la sujete antes.

—Como si no te conociera, cámbiate aquí, así te puedo ver.

Con una sonrisa ella se separó y se quesito sus short y blusa, trague grueso por el conjunto que tenía, era verdad era mi favorito, ya no quería ir a la playa.

—¿Y si nos quedamos?

—No.—se Quito la ropa interior quedando desnuda.—En la noche, te puedo dar una sorpresa.—dijo y se empezó a poner su traje de baño cubriéndose.—Me ayudas con las cuerdas, por favor.

—Por supuesto.

Acaricié su espalda y su abdomen, y comencé a atar las cuerdas.

—Listo.

Yo también me cambié enfrente de ella, no es como si fuera algo que ella no haya visto un centenar de veces, antes de irnos saqué dos cervezas y las abrí, le pase una a Dafne y brindé.

—Por nosotros.—dije.

—Por nosotros.—respondió.

Las chocamos y le dimos un trago, así salimos a la playa donde nos divertimos mucho.